En Barracas, vecinos del barrio se manifestaron para exigir una solución inmediata a las reiteradas amenazas de bomba que reciben escuelas de la zona. Las llamadas se producen casi a diario, con voces anónimas y al 911, señalaron. El Ministerio de Educación porteño propuso “repartir a los chicos en diferentes escuelas” para que no pierdan más días de clase, pero los padres exigieron soluciones que no alteren el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

Ayer al mediodía, padres, docentes, no docentes y estudiantes realizaron un corte de calles en la esquina de Montes de Oca y Suárez para pedir una solución a las amenazas, que reciben con frecuencia la Escuela Normal Nº 5 y otras instituciones educativas de la zona de Barracas, como la Escuela Técnica Nº 10 Fray Luis Beltrán y la Escuela de Comercio Nº 1 Joaquín V. González, que registró más de cuarenta amenazas de bomba recibidas.

“Las llamadas empezaron a mediados de julio, desde antes del receso de invierno, y en nuestro caso ya van treinta y seis en un mes y medio. Si bien ya se iniciaron investigaciones, realmente no vemos que el Ministerio de Educación porteño se esté haciendo cargo del tema como un problema educativo que necesita una solución urgente”, contó a Página/12 Ana Paoletti, madre de un estudiante de la Escuela Normal (ENS) 5.

Las amenazas son proferidas en la línea 911 y obligan a las instituciones a poner en marcha un proceso de evacuación que implica vaciar el edificio de estudiantes, docentes y no docentes para que la policía, con perros, revise las instalaciones. Los padres denunciaron que los operativos demoran dos horas o más, generan pérdida de tiempo de clases y dejan a los alumnos –en algunos casos niños de jardín de infantes– expuestos a las condiciones climáticas que se presenten.

“Las amenazas constantes interrumpen el proceso de aprendizaje, rompen todas las dinámicas, alteran todos los procesos. El impacto emocional que la cantidad de evacuaciones permanentes produce en todas las personas relacionadas con la escuela es mayor día a día y las clases se pierden irremediablemente”, indicó en un comunicado la comunidad de padres y docentes de la EN Nº 5. En el caso de ese establecimiento, los alumnos del jardín de infantes fueron reubicados en el edificio del instituto de profesorado para evitar la gran cantidad de traslados que padecían de manera casi constante. Sin embargo, en la mañana de ayer, esa institución también recibió una amenaza de bomba.

“La principal hipótesis que maneja el ministerio es que se trata de estudiantes. A nosotros no nos parece que sea el caso, tratándose de algo sostenido durante tanto tiempo y en un período que no es específico de evaluaciones”, sostuvo una madre, quien además destacó que en la manifestación de ayer participó gran cantidad de alumnos, muchos de los cuales se declararon cansados por la situación.

La propuesta del Ministerio de Educación porteño a los padres fue distribuir a los chicos entre otras instituciones, pero los padres consideraron que la medida no resuelve de fondo el problema. De no recibir soluciones satisfactorias en los próximos días, la próxima semana la comunidad de la EN Nº 5 y de los demás colegios afectados por las amenazas de bomba realizarán una clase pública en la puerta del ministerio.

“Repudiamos la inoperancia del Ministerio de Educación de CABA que se refugia en la lentitud de la Justicia para no garantizar el derecho de aprender y de enseñar”, indicaron los vecinos, padres, docentes y alumnos en el comunicado.