José Ariel Aranda, de 41 años, fue detenido como imputado por haber atacado con un cuchillo y degollado a su novia, Adela Maciel, de la misma edad, en una plaza de Villa Caraza, Lanús, mientras la mujer llevaba en brazos a su bebé, a quien el detenido también quiso matar. Este femicidio reveló en sí mismo alguna de las marcas que permiten entender por qué se perpetúa la violencia de género: el jefe de toda la Bonaerense en el Conurbano Sur, el comisario general Alejandro Moreno, aseguró a los medios que “es un móvil pasional, no sabemos cuál fue el motivo puntual, es un problema de pareja”.

La versión policial indica que Aranda era el ex marido de una prima de Maciel, con quien “mantenía una relación sentimental desde hacía poco más de un año”.

Con ese presunto fundamento, el jefe de la Zona Sur de la Bonaerense sostuvo que se trató de “un móvil pasional, no sabemos cuál fue el motivo puntual, (pero) es un problema de pareja”, y agregó que las autoridades intentaban “certificar si tenía denuncias por violencia de género”.

El femicidio ocurrió alrededor de las 19.15 del miércoles, en la calle San Vladimiro entre Coronel Murguiondo y Coronel Molinedo, en la zona sur del Gran Buenos Aires. La víctima vivía en Villa Caraza, a unas 12 cuadras de la plaza donde se encontró anoche aparentemente con Aranda.

La mujer, quien tenía a su hijo de un año en brazos, fue atacada a golpes y, luego, con un cuchillo, tras lo cual Aranda huyó del lugar.

Maciel fue encontrada minutos más tarde por vecinos, que ya no lograron reanimarla.

El bebé de la mujer, uno de sus ocho hijos, fue trasladado de inmediato al Hospital Evita, de Lanús, para ser atendido. “Afortunadamente, se certificó que el bebé está bien”, dijo el superintendente Moreno, y añadió que los pesquisas creían que el propio Aranda “es el papá” del bebé.

Según los peritos forenses que trabajaron en el lugar, la mujer presentaba cortes en distintas partes del cuerpo, especialmente en el cuello, y golpes en la cabeza, al punto tal que tenía aplastamiento de cráneo. “Fue atacada con un elemento contundente, tipo piedra o botella, presentaba lesiones en su rostro y en la cabeza”, detalló Moreno, quien luego explicó que tras “cometer el hecho se da a la fuga” y “testigos ven que sale corriendo”, por lo que luego se “procedió a la aprehensión en la zona”.

Horas más tarde, uniformados de la 5ª de Lanús logró la detención de Aranda tras un allanamiento en su vivienda de la calle Aristóbulo del Valle al 400, también de Villa Caraza, donde vivía la víctima.

Moreno afirmó que en el momento de su detención, el imputado “estaba vestido con otra ropa” y se investigaba hoy si en el lapso que transcurrió desde el femicidio pudo intentar deshacerse de esa indumentaria y de otros elementos que podrían contener rastros incriminatorios.

Si bien el hecho comenzó a ser investigado por el fiscal César Lucero, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 13 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, luego pasó a manos de la Fiscalía 2, especializada en Violencia de Género, a cargo de las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanategui.