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Codo a codo con la renuncia de Bielsa, los argentinos en España pasaron su día discutiendo en los foros virtuales contra la nueva ley de extranjería impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. “Es evidente que con estas medidas el gobierno español se nos ríe en la cara”, decía por ejemplo Aníbal Omar a las 11.06, en la página hispanoargentinos.com. Esa fue una de las cientos de respuestas que –de modo autónomo o a través de las organizaciones de extranjeros– dieron los “sin papeles” que se oponen al plan de legalización basado en el llamado programa de arraigo laboral. Los argentinos analizan una marcha.
La estampida de reclamos comenzó el lunes pasado, cuando el ministro de Trabajo español, Jesús Caldera, lanzó el proyecto oficial para legalizar a los “sin papeles” que lleven en la península ibérica “un tiempo suficiente” y estén desarrollando una actividad laboral “fehacientemente demostrable”. Según el proyecto, todos ellos podrán obtener un permiso de trabajo transitorio, necesario para tramitar la ciudadanía o la residencia, si sus empleadores proporcionan un contrato de al menos un año de duración y los suscriban a la Seguridad Social.
Para los indocumentados, el proyecto parece inquietante. La mayor parte tiene trabajos temporarios, en negro o están sin contratos, una situación que desde el inicio les impediría acreditar la antigüedad de un año exigida por el proyecto de ley que ha quedado ahora en manos de la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso español.
La comunidad de argentinos en España es una de las más importante. Son unas 350 mil personas. Entre ellas, de 90 a 160 mil están sin sus papeles de residencia. Ayer se sumaron a las organizaciones que nuclean a inmigrantes de distintos países para advertir que, si avanza el proyecto bajo la figura del “arraigo laboral”, comenzarán a movilizarse.
Luis Leyras vive en Madrid, es el coordinador de la Red Internacional de Argentinos en el Exterior. “Hay mucha inquietud entre los compatriotas –dijo ayer–, ya que si la reforma sale tal como la presentó el ministro de Trabajo, sería casi imposible que los inmigrantes se pudieran regularizar. Por estas horas hemos recibido muchas consultas, todos nos hablan obviamente de su precariedad laboral. No olvidemos que los inmigrantes realizan tareas temporales, tanto en turismo como en hotelería o en la recolección de frutas y hortalizas.”
Esas inquietudes se sucedieron en los foros virtuales a lo largo del día. Los argentinos no saben si habrá excepciones o si se consideran situaciones particulares. O, como lo decía Sebas a las 4.45 de la tarde, ¿qué sucederá con los “que trabajamos por cuenta propia?”. Las noticias para Sebas “no son nada mejores que el panorama que había hasta antes de este marronazo”. Pocas horas antes, en el mismo sitio de los hispanoargentinos, Aníbal proponía “un juicio general de todos los argentinos contra el gobierno español por no acatar los convenios firmados”.
Reclamos semejantes llegaron a manos de las organizaciones que parecen dispuestas a avanzar en las críticas pero con cautela. Durante esta semana, Leyras podrá plantear estas inquietudes en una reunión que mantendrá con la secretaria de Estado para la Inmigración y la Emigración, Consuelo Rumí. “En caso de que el espíritu del gobierno sea el señalado —dijo–, movilizaremos a todos los argentinos residentes en el estado español.” Pero advirtió que serán “cautelosos” al evaluar las declaraciones”, ya que “el ministro dejó abierto el diálogo para debatir con varios sectores”.