SOCIEDAD › DOS JOVENES PRESOS POR FABRICAR VIRUS
Los padres del Zotob
Uno tiene 21 y fue detenido en Turquía. El otro cumplió 18 y lo capturaron en Marruecos. El FBI los acusa de ser los autores del virus informático que atacó a medios y al Congreso de EE.UU.
Atilla Ekici, de 21 años, fue detenido ayer por ser el presunto padre del virus informático Zotob, que hace días dañó los sistemas de medios de comunicación y del Congreso estadounidenses. Pero el muchacho que pareciera ser una versión recargada del dueño de aquel caballo cuyas pisadas no dejaban que el pasto volviera a crecer, no fue el único detenido. Su presunto cómplice habría sido Farid Essebar, de 18 años, capturado el jueves en Marruecos. La pista para llegar a ellos habría sido entregada por Microsoft al FBI. La ayuda de la empresa se suma a los parches que subió a su página de Internet para contrarrestar al “gusano”; no obstante, “su mutación es probable y los perjuicios pueden ser indefinidos”, advirtió un especialista argentino.
Los jóvenes que habrían creado la estructura virósica Zotob que averió el organismo del sistema Windows 2000 fueron atrapados gracias a datos entregados por Microsoft, según confirmó el FBI. El rastreo fue seguido por investigadores norteamericanos. En Marruecos, la Policía Judicial halló a Essebar –que habría actuado en connivencia con redes dedicadas a ilícitos bancarios– donde habría creado el gusano virtual que, para no desentonar con las noticias argentinas, es hijo de dos papás. En tanto que el depositario de la otra media patria potestad, Atilla, el turco, fue apresado en la ciudad de Adana, Turquía.
Los investigadores no agregaron datos sobre los detenidos ni se dijo si eran o no empleados de empresas informáticas, tal el perfil de quienes se dedican a esas actividades. Conocedor de esos asuntos, Hugo Scolnik, criptógrafo y profesor de Sistemas de la UBA, comentó a Página/12 que “los chicos crean virus porque ven en eso un método para ganarse la vida; algunos trabajan en compañías sin ninguna conducta ética que los contratan para hackear y otros lo hacen para mostrar sus habilidades de programación para que los contraten”.
Desde este mes, Zotob atacó las centrales informáticas del diario The New York Times y las cadenas de televisión ABC y CNN; entró como Pancho por su casa al sistema del Congreso estadounidense, la empresa Disney y el aeropuerto de San Francisco, entre otros. Y no ingresó como lo hacen los virus ordinarios, a través de un e-mail, sino con la mera conexión del aparato a Internet. Por esta característica pasó inadvertida mientras taladraba el sistema remoto de los equipos.
Ayer se conoció la novena variante del gusano, la Zotob.K, pero todavía se la considera de baja peligrosidad. La versión más peligrosa es la Zotob.E, conocida el 17 de este mes, luego de los ataques a los sistemas norteamericanos y europeos. No obstante, Microsoft subió a su página los parches para contrarrestar su posible ingreso. No obstante, para Scolnik, la tendencia indica que “se están creando mecanismos polimórficos, es decir virus que cambian de formas”, de tal modo que los antivirus no los puedan detectar y los parches se venzan. Si fuera así, el mecanismo de ese virus “no podría detectarse hasta tener copias de sus formaciones y descifrar su ley de mutación”. En otras palabras, “la guerra (contra los gusanos informáticos) es infinita”.