En las horas previas a la megafiesta de la música electrónica que se realizará hoy en el Polideportivo municipal de Mar del Plata, las manifestaciones del ministro de Salud bonaerense, Claudio Mate, desataron una polémica que parece no tener fin. “Yo prohibiría las fiestas raves porque son las autopistas para el desembarco del éxtasis”, aseguró Mate aludiendo al supuesto consumo masivo, por parte de los jóvenes que participan de esas reuniones, de la droga “de diseño” conocida como éxtasis. Mate puso en jaque a los jefes de las comunas de la costa: “Espero que los intendentes hagan algo para impedir lo que está ocurriendo”, dijo el ministro. El primero en responderle fue el intendente de General Pueyrredón, Daniel Katz, en cuya jurisdicción se va a realizar la fiesta. “Nosotros autorizamos este tipo de fiesta y no pensamos prohibirlas, aunque vamos a controlarlas fuertemente”, aseguró Katz.

Voceros de las comunas de Gesell y Pinamar dijeron a Página/12 que en esas playas “no se autorizan megaeventos al lado del mar por razones de seguridad, pero los motivos de esas restricciones tienen que ver con las medidas contra incendio o para garantizar las mínimas condiciones sanitarias por la concurrencia masiva. Si el problema del que habla Mate es el consumo de drogas, el tema es policial y el que tiene que tomar las medidas es el gobierno de la provincia y no los municipios”. La fuente consultada en Gesell, cuyo intendente es Luis Baldo, recordó que en su jurisdicción, año a año, se realizan los festivales de rock, que son presenciados por decenas de miles de jóvenes.

“En la entrada al Autocine de Gesell, donde se realiza el evento, hay doble cacheo y si alguien tiene drogas, se lo detiene, no se lo deja ingresar. También es posible que consuman antes de entrar o que salgan para consumir y vuelvan a ingresar para seguir viendo el recital. Cualquiera fuera la variante, siempre es un tema policial que no depende de las intendencias”, insistió el vocero. Fuentes de la Municipalidad de Pinamar, cuyo titular es Blas Altieri, confirmaron que los recitales masivos se hacen en lugares cerrados y que el control es coordinado por la autoridad policial. “La política contra el narcotráfico no es un tema que dependa del municipio.”

Mate, que durante más de tres años fue secretario de Atención de las Adicciones de la provincia, aseguró que la prohibición de las raves es una medida que “se adopta en muchas ciudades de Europa, en las que el Estado” tomó ese camino dado que “se comprobó que en ellas se produce un altísimo consumo de éxtasis”. Al ser declaradas clandestinas, a las reuniones que se hacen de cualquier modo “sólo concurren 1200 o 1500 jóvenes, contra las decenas de miles que seguro se van a reunir (hoy) en Mar del Plata”. Sobre los efectos del éxtasis, Mate sostuvo que “su consumo ocasiona alucinaciones, cambios en la percepción y alteraciones del sistema emocional”. Mate dijo que lo que busca lograr es “un compromiso de los empresarios y organizadores de este tipo de eventos, que tendrían que garantizar que no haya dealers distribuyendo la droga en sus fiestas privadas”.

El titular del Ente Municipal de Deportes y Recreación de Mar del Plata, Eduardo Benedetti, coincidió con Mate y afirmó: “Si fuese algo que dependiera de mí, este tipo de fiestas no se harían en el Polideportivo, pero no depende de mí”. Recordó que a raíz de algunos problemas ocurridos en esas reuniones, la comuna planteó una serie de medidas, entre ellas “prohibir que entren menores de 18 años, contratar policía adicional para controlar la parte externa, cacheo de las personas que concurren para evitar el ingreso de elementos de consumo prohibido y seguridad privada dentro del Polideportivo”. El intendente Katz confirmó que no habrá prohibición de la fiesta, aunque sólo podrán ingresar “los mayores de edad” y que estará prohibida “la venta de bebidas alcohólicas”. Mate le contestó que en las raves no se consume alcohol porque el éxtasis lleva a tomar agua mineral. “Decir que no va a haber alcohol es una perogrullada”, remarcó el ministro. El intendente insistió en que se hará la fiesta porque “en realidad hubo más cuestionamientos teóricos que problemas reales” respecto del éxtasis supuestamente distribuido en forma masiva en las fiestas de música electrónica. “Lo importante, sin tolerar excesos de ninguna índole, es permitir que todos tengan un ámbito donde divertirse.”

Durante su gestión al frente de la Secretaría de Atención de las Adicciones, Mate propició un proyecto de ley que sanciona con dureza la venta de alcohol a menores, sobre la base de que las bebidas son las que conducen al delito. Además, Mate es un declarado opositor a la despenalización del consumo de marihuana. Para Mate, esa alternativa significa “la justificación del daño”.