El griterío y los silbidos ensordecieron a los asistentes. Los espectadores, más de 200 alumnos de diferentes puntos del país, no estaban recibiendo a los veintidós jugadores de ningún partido de fútbol. Aunque la situación sí compartía algunos rasgos con la explosión de un estadio: tal vez sólo faltaran los papeles bailando en el aire. La bienvenida parecía ser para el ministro de Educación, Daniel Filmus, dispuesto a presentar un libro elaborado por el Ministerio para que los alumnos de todas las escuelas realicen actividades vinculadas con el próximo Mundial. En realidad, no era a él a quien esperaban los escolares. La expectativa estaba puesta en la llegada del Pato Abbondanzieri, Germán Lux, José Pekerman y Oscar Ustari, que participaron en la presentación del material. Con la polémica acerca de si los partidos del Mundial deben o no verse en las aulas aún viva, los chicos parecían más interesados en sacarse una foto con los jugadores o conseguir algún autógrafo que en conocer las tareas que podrán hacer el próximo junio, cuando la pelota ya esté girando sobre el césped alemán.

“Ahí viene, ahí viene”, comenzó a correr el rumor en el salón Leopoldo Marechal del Ministerio de Educación. Junto con el aviso, empezaron a levantarse de sus sillas los 210 chicos de doce escuelas que habían llegado desde Mendoza, La Pampa, Catamarca, Capital Federal y Buenos Aires. Todos los ojos se fijaron en la puerta. Atentos, aguardaban el ingreso de quien habían ido a ver. Entró Filmus. Pero el rumor seguía y los chicos no volvían a ocupar sus asientos. Los docentes y los empleados del Ministerio explicaban de quién se trataba. Pero los estudiantes ansiaban encontrase con el Pato, como si el partido del día anterior no se hubiese jugado o las críticas se hubiesen esfumado. La espera terminó con la llegada del arquero de Boca. Las cámaras de televisión lo rodearon y una inextricable masa sonora de aplausos, gritos y chiflidos invadió el lugar.

Como si entraran a la cancha, detrás de Abbondanzieri iban el arquero de River, Germán Lux; el de Independiente, Oscar Ustari; el técnico de la Selección, José Pekerman; el Pato Fillol, Hugo Tocalli y Julio Grondona. No hubo partido, sino que presentaron Los Medios y el Mundial de Fútbol Alemania 2006, un cuadernillo elaborado por el Programa Escuela y Medios y financiado por la Embajada de Alemania. El libro llegará a 30 mil escuelas de la Argentina y contiene unas setenta actividades escolares relacionadas con el campeonato más importante del deporte más popular.

“Queremos que los 10,5 millones de alumnos en junio sigan estando en las escuelas –señaló Filmus–. Queremos que utilicen la pasión por el fútbol y por la Argentina como instrumento para aprender, que esa pasión se aplique a la educación.” Las tareas ligadas al fútbol buscan vincular la atención por el deporte con materias como Lengua, Geografía e Historia. “Busquen información sobre cinco países que participan del Mundial”, dicta una de las consignas. “Qué nos cuentan los medios sobre estos países”, “qué pudieron conocer de cada país”, continúan las preguntas que intentarán seducir a los chicos para que dejen la TV por los cuadernos.

Mientras algunos de los alumnos, todos con sus uniformes celestes, trataban de captar una imagen de los jugadores con sus cámaras digitales, Ignacio Puerta, del Colegio Marianista de Caballito, elogiaba la iniciativa futbolístico-educativa. “Me parece bastante motivador para los chicos, para que puedan realizar tareas de Lengua, Historia, Geografía e incluso de Matemática –consideró–. También sirve para que comenten los partidos y podamos mejorar la expresión.” La idea de que los partidos se puedan ver en las aulas cuenta con su aprobación: “Que puedan ver los de Argentina me parece bien, pero el tiempo de los demás partidos se podría aprovechar mejor con otra cosa”, sostuvo.

“Esta iniciativa va a usar un evento trascendente para que los chicos hablen entre ellos y con los demás sobre cosas que están pasando. Esto muestra que mientras se juega también se puede aprender”, afirmó el técnico de la Selección. “Cuando iba al colegio no se hacían tantas cosas con el Mundial como en este momento. Es una idea muy buena”, dijo Lux.

Filmus se encargó de aclarar que el libro se pensó con anterioridad a la polémica sobre si tele sí o tele no. “Cada provincia va a tomar su propia decisión y el libro responde a que si los partidos se ven o no, igual todos vamos a estar pendientes de este tema”, resaltó.

Para otros, la relación fútbol-escuela no es una novedad. “El Mundial se trabaja desde hace mucho tiempo en la escuela. Es cierto que son proyectos aislados, pero nosotros lo hacemos desde el ’98”, comentó Liliana Caracciolo, docente de la Escuela 16, de Constitución. “Tal vez con este material encontremos ideas nuevas”, pronosticó. Sus alumnos, ya sin cámaras digitales, aunque con lapiceras esperando lograr algún autógrafo, se resistían. “A nosotros no nos gusta hacer tarea –se sinceró Mauro–, pero así puede ser mejor.”