SOCIEDAD
El castor enemigo
La Legislatura de Tierra del Fuego le declaró la guerra al castor Canadensis, calificado como “especie dañina y perjudicial” en esa provincia. Los ediles votaron un plan para la erradicación total o al menos para controlar la expansión de la especie. Entidades ecologistas declararon “invasión biológica” a la proliferación de castores originarios de Canadá, que se han asentado desde los años cincuenta en la Isla Grande. Como no existen predadores naturales que frenen su expansión, el número de ejemplares ya oscila entre 70 mil y 100 mil. Una multitud inaceptable.