Tras ser tentados por distintas figuras, desde Néstor Kirchner hasta Roberto Lavagna, los socialistas se miran al espejo y por estos días se ven altos, rubios y de ojos azules. En particular, a los dirigentes porteños se los ve revitalizados y verborrágicos a la hora de debatir sobre las futuras alianzas. “El partido tiene en este momento la gran oportunidad de convertirse en el pivote sobre el cual se puede pensar en la construcción de una alternativa de centroizquierda”, se entusiasmó ayer el legislador Norberto La Porta. “Estamos dispuestos a dialogar con los distintos sectores”, consideró el titular del partido en la Ciudad y ministro de Descentralización porteño, Roy Cortina, quien brega por una coalición con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman.

“Desde que somos la ‘niña bonita’ no me sorprende nada”, bromeó Cortina, en referencia al intento de sumarlos a la hipotética candidatura de Lavagna. Aunque consideró que esa candidatura “la va a definir el partido”, el ministro de Descentralización destacó que en la Ciudad es necesario construir un “proyecto alternativo” a la fuerza del diputado part-time Mauricio Macri porque “su triunfo sería un retroceso para las políticas sociales”. “Hay que darle más posibilidades a Telerman y a sectores radicales progresistas”, propuso.

“Tenemos dos límites claros”, sintetizó Cortina. El primero es el ARI, si decide llevar como candidato al ex vicejefe de Gobierno de Fernando de la Rúa, Enrique Olivera. El segundo es el oficialismo, con la candidatura del vicepresidente Daniel Scioli. El socialismo ya rechazó una propuesta del Gobierno para incorporar como secretario de Medio Ambiente a Polino. “Por supuesto que hay límites. No vamos a promover un frente de centroderecha con Macri. Eso es impensado”, destacó el ex diputado, quien sin embargo no descartó una alianza electoral con el kirchnerismo. “Eso no se discutió. Lo único que se discutió fue mi incorporación o no al Gobierno. Si alguien se apresura y discute esto a través de los medios, que lo haga. Pero debemos debatirlo internamente”, afirmó Polino.

“Debemos recrear una alternativa válida a la derecha, que no la está representando el kirchnerismo”, remarcó, en cambio, La Porta. “No descarto la posibilidad de que puedan participar grupos peronistas disidentes del oficialismo y gente del radicalismo progresista”, planteó. “Por supuesto que algunas candidaturas parecieran no representar al centroizquierda, en esos casos no nos queda mucho por hablar”, se atajó, en alusión a Olivera. “El electorado de centroizquierda ha quedado huérfano después de la frustración que generó la Alianza y los problemas que tuvimos con la destitución de Aníbal Ibarra”, consideró La Porta, quien sostuvo que el ibarrismo “puede entrar dentro del espectro progresista. Hay mucha gente valiosa en ese sector”.

A diferencia de La Porta, Cortina fue lapidario con respecto a Ibarra. “A nosotros no nos puede convocar gente que ha fracasado en su intento y su arquitectura de construcción”, disparó en referencia al ex jefe de Gobierno, a quien acusó de hacer “lobby en hoteles y conferencias de prensa con diez ex colaboradores durante las cuales tiran palos a todo el mundo, sin hacerse una autocrítica”.

Polino intentó enfriar la discusión sobre las figuras que podrían acompañarlos en la Ciudad. “La estrategia de la Capital tiene que estar enmarcada en una nacional. Nadie discutió orgánicamente con quién va a ir el partido en la ciudad, ni con Telerman ni sin Telerman”, dijo.

En tanto, el titular del PS nacional, el santafesino Rubén Giustiniani, se desmarcó del debate en Capital. “Nosotros planteamos a nivel nacional que la política de alianzas la vamos a definir más adelante. Nuestro planteo va a ser programático y de centroizquierda y vamos a dialogar con todas las fuerzas dentro del espacio progresista”, sostuvo. Razones no le faltan: mientras en Capital Cortina se lamentó de la “falta de visión política” de Elisa Carrió, en Santa Fe es posible una alianza con el ARI para apoyar la candidatura a gobernador de Hermes Binner.