Misterio. Eso fue lo que provocó ayer el incidente en el que un joven fue gravemente herido de bala en la cabeza mientras conducía su auto Mini Cooper por el barrio de Almagro, ya que no se pudo determinar la causa de la agresión: si fue un problema de tránsito con algún otro conductor o un frustrado intento de robo.

El joven, Jaime Buchai, de 27 años, terminó internado y con pronóstico reservado, luego de estrellar, inconsciente, su vehículo contra una casa. Del agresor todavía no hay rastros.

Pese a que no se descarta como hipótesis el intento de robo, cuando los vecinos se acercaron a la víctima observaron que no llevaba objetos de valor ni dinero en cantidad, por lo cual la única probabilidad en ese sentido es que huyera de un potencial robo de su auto.

Vecinos de la zona –la esquina de Agrelo y Castro– contaron que instantes luego del choque pudieron observar que un vehículo abandonó el lugar a toda velocidad, aunque no se pudo definir si se trataba de los agresores.

Cerca de las 13, efectivos de la Policía Federal llegaron al lugar del hecho alertados por la gente que había visto el choque. Cuando encontraron inconsciente al joven, llamaron al SAME. Recién cuando los médicos lo asistieron se descubrió que tenía una herida de bala calibre 9 milímetros.

“El chico no decía nada y perdía sangre de la cabeza. Yo no escuché el disparo, sólo el choque”, comentó un vecino que intentó asistir a la víctima.

Los investigadores encontraron en el lugar un casquillo de una munición calibre 9 milímetros y además un proyectil sin percutar.

Buchai quedó internado en el hospital Ramos Mejía en estado crítico y con pronóstico reservado. Desde ese establecimiento informaron que ingresó con un paro cardíaco pero fue reanimado y se lo estabilizó.