Esta vez, la policía logró entrar en la casa del abogado Gabriel Novaro, acusado por algunos vecinos y por una médica de un servicio de emergencia de “amenazas coactivas y abuso de armas”, delito en el que se encuentra imputado. Hace una semana, el letrado se había atrincherado en su residencia del exclusivo Barrio Parque porteño, para evitar un allanamiento que finalmente se llevó a cabo ayer. En la casa no estaba el abogado sino su novia, Virginia Kelm, quien fue detenida en pleno allanamiento por “resistencia a la autoridad”. La policía secuestró documentación y una computadora personal, que serán analizadas por los instructores judiciales.

Alrededor de las cuatro de la tarde, personal de la comisaría 53ª de la Policía Federal llegó a la casa de Juez Tedín 3089 con una orden de allanamiento, en el marco de una causa que tramita el juez de Instrucción porteño Daniel Turano. El objetivo era el mismo que el de la semana pasada: buscar las armas que, según el Renar, tenían el permiso vencido y documentación. Pero las armas no estaban en la casa sino en una caja de seguridad de un banco, como había asegurado Novaro la semana pasada.

Además de las denuncias de algunos vecinos por supuesto abuso de armas por parte de Novaro, fuentes policiales confirmaron que el abogado fue acusado semanas atrás por una médica de un servicio de medicina prepaga que había sido llamada por una emergencia, quien dijo que el letrado la había amenazado de muerte con un arma de fuego.

Luego, la médica fue a la policía y contó lo ocurrido, por lo que la causa pasó al juez Turano, quien ayer ordenó el allanamiento. “Mi novia sufrió un paro respiratorio –explicó Novaro sobre aquel episodio–. Llamamos a Swiss Medical. Le pedí (a la médica) por favor que la trasladen urgente al primer hospital o, en caso contrario, los iba a sacar a patadas. No saqué un arma en ningún momento. Lo que ellos estaban haciendo era hacer peligrar la vida o que ella (su novia) sufriera secuelas.”

El abogado protagonizó el jueves de la semana pasada un confuso episodio en el que se mantuvo atrincherado en su casa durante varias horas, con un gran despliegue policial. El supuesto arsenal que Novaro tiene en un banco era en principio de siete armas, entre pistolas y una escopeta, pero luego el propio abogado aseguró que tiene once armas y un chaleco antibalas.