La Argentina ocupa el primer lugar en América latina en términos de “desarrollo humano”, índice que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que articula salud, educación e ingresos económicos. En la lista de 177 países evaluados, se sitúa en el puesto 36. El primer lugar lo ocupa Noruega, seguida por Islandia. Según el PNUD, “aumenta la brecha entre los países más pobres y los más ricos”, debido especialmente al estancamiento de Africa subsahariana, a su vez vinculado con la epidemia de sida. Este año, el informe se centró en “la crisis global del agua”: más de mil millones de personas carecen de acceso al agua potable. En la Argentina, ocho millones de personas no tienen agua de red y 12 millones no cuentan con cloacas.

Los países mejor ubicados son: 1) Noruega; 2) Islandia; 3) Australia; 4) Irlanda; 5) Suecia; 6) Canadá; 7) Japón; 8) Estados Unidos; 9) Suiza; 10) Países Bajos; 11) Finlandia; 12) Luxemburgo; 13) Bélgica; 14) Austria; 15) Dinamarca; 16) Francia; 17) Italia; 18) Reino Unido; 19) España; 20) Nueva Zelanda; 21) Alemania; 22) Hong Kong; 23) Israel; 24) Grecia; 25) Singapur; 26) Corea del Sur; 27) Eslovenia; 28) Portugal; 29) Chipre; 30) República Checa; 31) Barbados; 32) Malta; 33) Kuwait; 34) Brunei; 35) Hungría; 36) Argentina. El año pasado, el país ocupaba el puesto 34; la diferencia, según aclaró el PNUD, corresponde a un cambio en la modalidad de registro de la educación de adultos.

Chile se ubica en el puesto 38, Uruguay en el 43, Costa Rica en el 48, Cuba en el 50, México en el 53 y Panamá en el 58. Los países hasta el puesto 63 se consideran de “desarrollo humano alto”. Brasil, en el 69, se considera de “desarrollo humano medio”, como Perú, que está en el 82, justo después de China. El país latinoamericano peor situado es Bolivia, en el puesto 115. El único país americano con “desarrollo humano bajo” es Haití; los demás de esta franja son todos africanos, salvo Yemen. En los últimos puestos están Níger y Sierra Leona. Los datos considerados corresponden a 2004, según el informe, que se dio a conocer ayer.

Para confeccionar el índice se toma en cuenta la expectativa de vida al nacer: en la Argentina es de 74,6 años, tres menos que en Noruega. También se considera la tasa combinada de educación, que incluye alfabetización y matriculación en enseñanza primaria, secundaria y terciaria: en la Argentina es de 0,95, próxima a las de Israel y España. El tercer aspecto del índice es el producto bruto per cápita, ajustado por poder de compra –-es decir, tomando en cuenta los precios locales–: en estos términos, el producto bruto argentino llegó a 13.298 dólares, nivel parecido al de Arabia Saudita y Polonia. El valor, que era de 12.337 dólares en 2000, había caído a 10.880 con la crisis económica y social de 2001.

Este índice, introducido en 1990, muestra cómo el desarrollo económico no equivale a un desarrollo integral. Por ejemplo, en la India la economía creció un cuatro por ciento anual desde 1990; sin embargo, la reducción de la mortalidad infantil fue inferior a la que, con menor crecimiento económico, había logrado en la década anterior.

El informe del PNUD advierte que “aumenta la brecha entre los países más pobres y los más ricos” a medida que el desarrollo humano “se estanca” en el Africa subsahariana y “se acelera” en otras regiones. “Después de un costoso revés en la primera mitad de los ’90, los países de Europa central y del este progresaron considerablemente; también siguen acelerándose los progresos registrados desde 1990 en el sur y el este de Asia.” Por el contrario, la esperanza de vida en Africa es inferior a la de hace 30 años “debido esencialmente al efecto devastador del sida”.