La última vez que lo habían visto, el jueves, intentaba nadar en el arroyo El Pinaso, crecido y embravecido por el temporal de lluvia y viento que azotó a gran parte de la provincia de Buenos Aires. En ese mismo curso de agua, en el límite de los partidos de José C. Paz y Pilar, lo encontraron ayer, muerto, al joven Leonardo Segovia, de 17 años. La tormenta, por su parte, se mudó en dirección norte. En su paso obligó a evacuaciones en Santa Fe, Corrientes y Santiago del Estero. Hay miles de evacuados en todo el país.

Casi tres días de un operativo conjunto entre destacamentos de bomberos de José C. Paz, General Sarmiento, Escobar y La Matanza, con buzos tácticos como principales protagonistas, fueron necesarios para finalmente encontrar el cuerpo de Segovia, a las 10 de ayer. “La tarea en el arroyo comenzó a las 19 del jueves, una hora después de recibido el llamado de alerta”, relató una fuente de Bomberos de José C. Paz.

Según testigos, el joven se arrojó al arroyo cuando estaba con un grupo de amigos, que le advirtieron que no lo hiciera, porque no sabía nadar. Una vez en el agua, “sólo asomó la cabeza una vez, para luego hundirse y desaparecer”, relataron las fuentes de bomberos. El caso fue caratulado “desaparición de persona seguida de averiguación de causales de muerte”.

Por otra parte, el temporal provocó perjuicios en provincias del Litoral y del centro-norte del país. En Corrientes, unas dos mil personas continuaban ayer evacuadas en escuelas del barrio capitalino de Laguna Seca. Son principalmente familias de La Olla, Ongay e Irupé, todos barrios muy humildes de la periferia de Corrientes capital, que quedaron inundados tras las fuertes lluvias del viernes. Aunque desde ese día no se volvieron a registrar precipitaciones, el escurrimiento de esas zonas está demorando, por lo que también se hace más difícil que la gente pueda volver a sus viviendas. Para completar el panorama, para hoy está pronosticada la vuelta de las lluvias.

En tanto, en Santiago del Estero se desbordó el río Salado a la altura del departamento de Avellaneda y eso provocó que en las localidades de Las Cañas y Navicha se debieran declarar “en emergencia” las viviendas de más de 30 familias, a las que únicamente se podía acceder ayer en bote o a caballo.

En Santa Fe, unas 188 personas seguían evacuadas ayer en la capital provincial por la crecida del río Paraná, aunque voceros del gobierno santafesino aseguraron que la situación está “controlada”. Mientras tanto, en Chaco, parte del Gran Resistencia se mantenía en alerta, ya que el río Paraná estaba en un nivel muy cercano a los 6,49 metros, altura a partir de la cual se debe comenzar con evacuaciones programadas.