Finalmente, el presidente Néstor Kirchner firmó el decreto de ratificación del Protocolo Facultativo de la Cedaw, el tratado internacional más importante para la defensa de los derechos de las mujeres, cuya ratificación fue aprobada a fines de noviembre por el Congreso. El viernes pasado, el documento fue publicado en el Boletín Oficial y según adelantaron fuentes de la Cancillería, en los próximos días será depositado en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, último paso exigido para su entrada en vigencia.

En los últimos días, la demora de más de tres meses en la entrega en la ONU del instrumento con la ratificación generó reclamos del Movimiento de Mujeres, temeroso de que las insistentes presiones de la Iglesia Católica para cajonearlo –que siguieron durante el verano–, hubieran surtido efecto. La diputada del ARI Marcela Rodríguez presentó el jueves un pedido de informes al Ejecutivo donde pedía que se explicitaran las razones de la tardanza.

Desde el canciller Jorge Taiana hasta legisladoras oficialistas enarbolaron esta semana en diversos actos de celebración del Día Internacional de la Mujer, el compromiso del Gobierno en la lucha por la igualdad de género y mostraron como trofeo la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés), adoptado por la Asamblea General de la ONU el 6 de octubre de 1999. Pero enseguida voces del feminismo advirtieron que, en realidad, el tratado todavía no entró en vigencia porque el Gobierno no concretó el trámite formal para que pueda empezar a usarse.

Ayer, el Ejecutivo dio uno de los pasos pendientes: el presidente Néstor Kirchner firmó el decreto de ratificación, que fue publicado en el Boletín Oficial. En diálogo con Página/12, la embajadora Especial sobre Temas de la Mujer en el Ambito internacional, Magdalena Faillace, adelantó que el último requisito, que es su depósito en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, se concretará en los próximos días y será enviado a través de un correo internacional. “La voluntad hubiera sido tenerlo depositado para el 8 de marzo, pero eran necesarios trámites internos de Cancillería que demandaron tiempo”, justificó la demora y negó que hubiera estado vinculada con presiones de la jerarquía eclesiástica.

Una vez que entre en vigencia, el Protocolo Facultativo abrirá la vía del reclamo internacional ante el Comité que monitorea el cumplimiento de los derechos contemplados en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. “Podrán realizar denuncias en el organismo mujeres que vieron sus derechos vulnerados y han agotado todos los caminos legales internos”, precisó la diputada Rodríguez. El tratado contempla la posibilidad de que se realicen denuncias de casos individuales o de violaciones sistemáticas de derechos humanos de las mujeres. El Comité de la Cedaw “también podrá realizar investigaciones generales en casos de situaciones de violaciones graves y sistemáticas a los derechos de las mujeres”, agregó la legisladora del ARI.

La ratificación del Protocolo está pendiente desde fines de la década del ‘90. El Congreso la aprobó el 27 de noviembre último. La Iglesia Católica, a través de los obispos, ejerció un fuerte lobby para boicotear su sanción porque considera que abrirá la puerta para la despenalización del aborto.