Los jueces del Tribunal Oral 6 de San Isidro ratificaron ayer que Nicolás Pachelo será citado a testimoniar. Pachelo ya figuraba en la planilla de testigos del juicio, según lo acordado en la audiencia previa al juicio, realizada el año pasado entre las partes y el tribunal. Ayer, además, se pasó el video de la autopsia al cuerpo de María Marta, incluyendo dos curiosidades en línea con la sumatoria de absurdos del caso: la primera, que justo el segmento de video en que se retiran las balas del cráneo no está. Fue borrado, cortado o se esfumó. La segunda es, literalmente, un absurdo de historieta. Al seleccionar el video de la autopsia, los defensores de Carrascosa erraron el casete y colocaron otro: en la pantalla de la sala de audiencias, durante unos segundos de absoluto silencio y estupor a boca abierta de jueces, fiscales, defensores y querellantes se pudieron analizar las imágenes de los personajes Tino y Gargamuza (ver foto), del programa TVR.

El tribunal ratificó que Pachelo será citado como testigo, medida que ya era previsible tras la decisión de los jueces de admitir que la defensa incorpore como prueba la lectura de las causas que Pachelo tuvo en su contra. “No se advierten en el caso objeciones determinantes como para sustraer del juicio oral y público la declaración testimonial (de Pachelo) propuesta y aceptada por las partes”, dijeron los jueces. Advirtieron que será resguardado el derecho constitucional de “no declarar contra sí mismo” y sostuvieron que el testimonio no podrá presentar “imputaciones de ser autor o cómplice. Podrá rehusarse a contestar las preguntas si la respuesta lo expusiere a enjuiciamiento penal o comprometiera su honor”.

Se intentó pasar luego las imágenes fotográficas de la guardia en la hora 18.59, en la que se hubiera visto a Pachelo saliendo del country, de no ser por un desperfecto técnico que impidió exponer la imagen.

Después, llegó el momento de pasar las imágenes de la autopsia. Carrascosa fue autorizado a abandonar la sala por lo impresionable (había pedido autorización al tribunal). Sólo permanecieron los jueces, fiscales, defensores y querellantes. La proyección, entonces, adquirió los visos de una privada exclusiva: y aparecieron, haciendo sus comentarios críticos, Tino y Gargamuza. La defensa de Carrascosa había errado el número y colocado en el proyector un video aparentemente incorrecto. Sólo prosperaron un par de críticas (de TyG) y después se subsanó la cosa.

Avanzaron entonces las imágenes del video correcto. Pero no terminaron las sorpresas. De las aproximadamente tres horas de duración faltaban nada menos que las imágenes en que los peritos extraen las cinco balas del cráneo de María Marta, de pura casualidad, justo las imágenes que sostienen lo que los forenses dijeron: que había resultado tan difícil descubrir los huecos producidos por cinco balas.