Mendoza va camino a convertirse en la capital de la vasectomía. La Obra Social de Empleados Públicos de la provincia (OSEP) recibió un aluvión de pedidos de turnos de varones que quieren la anticoncepción quirúrgica. En apenas un mes y medio, unos 340 interesados se anotaron para operarse. El fenómeno surgió después de que el propio titular de la OSEP, el ex diputado y ministro de Salud de Mendoza Marcelino Iglesias, se hiciera una vasectomía como parte del lanzamiento de un plan de cirugías contraceptivas para los afiliados de la obra social. Aunque todas las obras sociales deben ofrecer la intervención en forma gratuita, ninguna como la mendocina ha encarado un programa de difusión masiva. También los hospitales públicos tienen que realizarla sin costo. “Hay una demanda espontánea muy importante, a pesar de la ausencia de políticas públicas que promuevan la participación de los hombres en la salud reproductiva”, señaló desde Río Negro el tocoginecólogo Mario Mas, un referente en el país en anticoncepción quirúrgica.

“Me siento formidablemente bien. Es cierto que uno se siente más liberado a la hora de tener relaciones sexuales por la tranquilidad de que no va a embarazar a su pareja”, contó a Página/12 el titular de la OSEP en relación con la vasectomía que se realizó el 20 de abril. Iglesias se encargó de dar a conocer su decisión para promover el método anticonceptivo en la provincia. Y el mismo día de la intervención, al salir del hospital, dio una conferencia de prensa en la que anunció la noticia. Después siguió con su jornada normal de trabajo para demostrar que se trata de “una cirugía menor, que no requiere internación y lo más importante –subraya– no afecta la vida sexual”. Es un método que impide la fertilidad y difícilmente puede revertirse (ver aparte).

La intervención se realizó en el Hospital El Carmen, de la capital mendocina, perteneciente a la OSEP, la obra social más grande de la provincia, con 335 mil afiliados. Allí se conformó un equipo interdisciplinario que atiende a los interesados. Pero la gran demanda que han tenido en las últimas semanas los ha sorprendido. “Esperábamos que a lo largo de todo el 2007 hubiera unos cien pedidos”, señaló Iglesias, al frente de la OSEP desde hace siete años. En sólo un mes y medio pidieron turno unos 300 afiliados y 40 hombres más que no pertenecen a la obra social pero que quieren la operación. “Estamos viendo la posibilidad de arancelar la intervención como un servicio para otras obras sociales”, explicó el funcionario.

A mediados de la década del ’90, como diputado Iglesias fue impulsor de la ley provincial de salud reproductiva. La OSEP también fue pionera en ofrecer ligadura de trompas. Iglesias tiene 54 años y es padre de dos hijos, uno de 21 y otro de 22 años. Separado, actualmente está en pareja con una mujer de 37 años, que tiene dos hijos chicos. “Decidí hacerme una vasectomía por dos razones: el derecho que tengo sobre mi propio cuerpo y en solidaridad con nuestras mujeres, que siempre han cargado con la responsabilidad de la planificación de la familia”, aclaró.

Hasta el momento, en El Carmen se han hecho poco menos de veinte vasectomías. “Hay lista de espera hasta mediados de agosto”, informó a este diario Alejandro Funes, jefe de turnos de consultorios externos del hospital. “Estamos dando seis turnos por semana para la primera consulta”, aclaró. En la primera consulta los interesados tienen una entrevista con la psicóloga Valentina Silva y la trabajadora social Dina Gregorat, donde deben explicar los motivos de su decisión. La mayoría de los que se han acercado tiene entre 30 y 40 años, están en pareja, son padres de entre dos y cuatro hijos y no quieren tener más. “Intentan tener una sexualidad más plena y relajada. Muchos vienen de familias numerosas y de alguna forma han padecido el hecho de ser tantos hermanos cuando la situación económica es estrecha. También han intentado prevenir un embarazo no deseado por otros métodos y no les ha funcionado. Es una decisión que la vienen pensando desde hace rato. Muchos han venido con su pareja”, contó a Página/12 Silva. Ella también se sorprendió por el aluvión. “Suponíamos que iba a venir menos gente. Y debo admitir que desde el prejuicio imaginaba el perfil del hombre que quería una vasectomía como el que busca un free pass sexual. Y no es así. Quieren involucrarse en la salud reproductiva de la pareja”, destacó la psicóloga. Después de la primera entrevista, están previstas una consulta con una infectóloga y otra con el urólogo, Hugo Avila, a cargo de la cirugía.

Para acceder a una vasectomía, el único requisito es ser mayor de 21 años, tal como lo dispuso también para la ligadura tubaria la ley nacional 26.130. Desde el 29 de agosto del año pasado, cuando fue promulgada por el Poder Ejecutivo, cualquier persona puede pedir en hospitales que le realicen estas prácticas, sin razones médicas ni autorización judicial. Mendoza adhirió a la norma nacional a través de la Ley 7456. Una resolución de la Superintendencia de Seguros de Salud estableció que debe ser una prestación cubierta por las obras sociales.