Lunes, 11 de junio de 2007 | Hoy
Desde Buenos Aires por Todos, la lista que logró el 5º puesto y un legislador en las elecciones porteñas, Claudio Lozano explica por qué no apoyaría al kirchnerismo en el ballottage.
Por Adriana Meyer
“No hay ninguna razón para plantear el sí a Filmus.” Tajante, Claudio Lozano sentó posición de cara a la segunda vuelta electoral y cerró casi por completo la posibilidad de acordar con el oficialismo. En diálogo con Página/12, el diputado de la CTA y ex candidato a jefe de Gobierno porteño enfatizó: “No aceptamos el chantaje de que todo aquel que no acompaña a Filmus está con la derecha”.
–¿Cómo está tras su primera experiencia electoral con fuerza propia?
–Cansado pero feliz, después de haber peleado con todos los grandotes, lograr existir y encima poner un legislador... ¿qué más querés? Yo no pensaba ganar, así que es una victoria a todas luces. En un fuerte contexto de polarización y nacionalización pudimos instalar una propuesta nueva, lograr representación institucional y quedar en una perspectiva interesante para lo que viene. Quedamos bien parados porque se confirmó en los resultados el diagnóstico que teníamos sobre lo que pasa en la ciudad.
–Esto es...
–Que el 46 por ciento del voto a Macri –y no compartimos la interpretación facilista de que es un corrimiento a la derecha de todo el electorado– es un voto castigo a cierto progresismo trucho que gobernó en la última década, que no fue capaz de diferenciarse de la política tradicional, que quedó preso del esquema de poder existente, que tributó en las concepciones de los ’90 y que, teniendo como referente a Aníbal Ibarra, decantó tanto en la candidatura de Telerman como en la de Filmus. Ni siquiera pudo garantizar una opción única para discutir con Macri y le dio este resultado electoral. Creemos que nos fue bien porque no nos metimos en acuerdos espurios como hicieron el ARI o el socialismo.
–¿Qué factores posibilitaron este éxito que dice haber logrado?
–Las distintas tradiciones, compañeros que vienen del radicalismo, del peronismo, de la CTA (Central de Trabajadores Argentinos), del MTL (Movimiento Territorial de Liberación), el movimiento de ocupantes e inquilinos. Son realidades partidarias y sociales con mucho tiempo de trabajo previo, por lo tanto la campaña fue hacer visible una historia.
–Pero hubo coaliciones parecidas que terminaron muy mal.
–Acá no fue un acuerdo de dirigentes, sino una pluralidad de contenidos. Por eso sobrevivimos tras discutir con Macri, con Carrió y con Kirchner.
–Su trabajo con Carlos Heller se frustró. ¿Puede ser que ahora termine apoyando su fórmula con Daniel Filmus en el ballottage?
–Ni somos dueños de los votos, ni damos libertad de acción porque el votante la tiene por definición. Planteamos una asamblea para el 21 de junio, para ver si hay algo más que decir. No vamos a participar de ninguna convocatoria de Filmus o encuentros de partidos, de ninguna cuestión de campaña. Si lo que se debate son abstracciones del modelo de los ’90, para nosotros la opción Filmus, que en su momento no acompañamos, no cambia de color. No participamos de ella porque el Partido Justicialista es el principal obstáculo a la reforma de la ley Cafiero que garantizaría la autonomía, porque el justicialismo de la ciudad es el soporte de (Amadeo) Genta y (Patricio) Datarmini al frente de la burocracia municipal que impide la democratización de la ciudad, porque De Vido promueve con el puerto el mismo negocio inmobiliario que Macri. Como no estamos hablando de temas concretos, no tenemos más qué decir.
–¿No cree que esta actitud terminará beneficiando al macrismo?
–No aceptamos el chantaje de que todo aquel que no acompaña a Filmus resulta que está con la derecha. Porque, en realidad, Macri está a las puertas de quedarse con la ciudad tanto por la experiencia del progresismo trucho del cual Filmus e Ibarra fueron parte, como por el tipo de intervención que tuvo el Gobierno nacional en el escenario electoral de Capital, en donde se privilegió la interna entre Alberto Fernández y Jorge Telerman, y alguien creyó que no era importante que Macri ganara. Por lo tanto, si ellos lo hicieron, que lo resuelvan. No me tienen que venir a pedir a mí que convenza a la gente en nombre de ellos para resolver lo que ya han hecho, que es transferirle a Macri la posibilidad de ganar la ciudad. Filmus es hoy lo mismo que antes del 3 de junio, por eso no hay ninguna razón para plantear el sí a Filmus, entre otras cosas porque entre nuestros votantes hay muchos que no están de acuerdo con hacerlo.
–Sin embargo, su legislador Martín Hourest sostenía que había que involucrarse planteando acuerdos programáticos a cambio del apoyo.
–Sí, cualquier tipo de aval tiene que estar condicionado a un acuerdo programático. Pero, como sacamos el 3 por ciento y un solo legislador, nuestra capacidad de condicionar ese acuerdo es nula.
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