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Tres chicos con principio de asfixia, tres manifestantes y un policía heridos y al menos otras siete personas detenidas fue el resultado de un feroz intento de desalojo ocurrido ayer en las oficinas de la sede porteña de la UCR bonaerense, ocupada por unas 50 familias. La orden que derivó en el violento ataque policial contra los ocupantes había sido dada por el juez en lo Correccional Luis Schlegel, cuyos colaboradores argumentaron que “los usurpadores habían sido notificados hace aproximadamente una semana” sobre la medida finalmente adoptada.
El frustrado desalojo tuvo lugar entre las 9 y las 14 de ayer, cuando personal de la Comisaría 5ª arribó al edificio de Ayacucho al 700, usurpado por alrededor de 150 personas, según lo entendido por la Justicia en el marco de una causa impulsada por los propios dirigentes radicales. Al recibir la orden de abandono del inmueble, los habitantes se atrincheraron en su interior y resistieron lo que terminó por convertirse en una feroz represión.
Armados con palos y arrojando gases lacrimógenos a las habitaciones, los uniformados intentaron hacer efectiva la orden judicial. Sin embargo, ésta terminó por frustrarse pasadas las 14, cuando el juzgado interviniente dispuso suspender “por 15 días” su cumplimiento, habida cuenta de negociaciones llevadas adelante por el Comité bonaerense de la UCR y los ocupantes del lugar.
Como resultado de la actuación policial, tres chiquitos fueron internados en el Hospital Ramos Mejía con principio de asfixia, mientras que otros dos ocupantes también fueron atendidos allí por contusiones originadas en fuertes golpes. El efectivo, por su parte, fue trasladado con heridas al Hospital Churruca, mientras que al menos siete personas fueron detenidas por “resistencia a la autoridad y averiguación de antecedentes”.