Nadie sabe si los cuatro amigos de Ezeiza volverán a compartir una experiencia de montañismo. Lo seguro es que nunca más volverán a llevar pintura en aerosol a una excursión de ese tipo y, mucho menos, pintar un graffiti en una roca. Es que los cuatro jóvenes fueron sorprendidos después de grabar sus nombres en un cerro de Sierra de la Ventana y obligados a limpiar, con solventes y cepillos, cada una de las inscripciones. Lo curioso es que no fueron ni la Municipalidad ni la Justicia los que impusieron el requisito sino la empresa donde trabajan los cuatro jóvenes amigos.

Las pintadas se hicieron el 17 de agosto, cuando los jóvenes decidieron escalar el cerro Tres Picos (1239 metros), al que se accede por un predio privado, la Estancia Funke, en la localidad de Tornquist. Otro montañista los vio pintando las piedras y dio aviso a la encargada del lugar, Mónica Silva, quien de inmediato dio aviso a la policía.

Los jóvenes fueron llevados a la comisaría y allí, ante la pregunta de la policía, dijeron que trabajaban para la empresa Fábrica de Aleaciones Especiales (FAE.SA), que funciona en el Centro Nacional de Energía Atómica (CNEA) de Ezeiza. Silva llamó a la empresa, que de inmediato se comprometió a enviar a los jóvenes, con todos los materiales necesarios para hacer la limpieza. El trabajo lo hicieron el sábado último, como se ve en la fotografía.