Los investigadores del atentado contra un directivo de la empresa Nestlé en la localidad bonaerense de Vicente López tienen identificados a quienes entregaron el “libro bomba” en la firma y determinaron que en el ataque se utilizó dinamita, un explosivo letal. A un mes de ocurrido el hecho, la pista surgió de las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de la compañía alimentaria, donde se ve a dos hombres que tienen vinculación con la entrega de la bomba.

El 4 de septiembre último, los dos sospechosos bajaron de un auto y uno de ellos fue hasta la entrada de la Avenida del Libertador 1855 y dejó un sobre blanco dirigido a Cristian Antonello, subgerente de Informática de Nestlé, con remitente de la Universidad de Oxford. Antonello retiró el libro del sobre y se lo colocó bajo el brazo, pero sin sacarle un papel celofán que lo envolvía.

Esto le salvó la vida, ya que un peritaje ordenado en la causa por el fiscal de Vicente López, John Broyad, determinó que el explosivo usado fue trinitrotolueno (TNT), más conocido como dinamita, que es letal. Los estudios arrojaron además que el dispositivo que había dentro del libro tenía una pila doble A, un circuito eléctrico y otro explosivo que podría ser pentrita y fue usado como conductor para hacer estallar la dinamita. “La intención de quien envió el libro era claramente matar a Antonello, porque este explosivo tiene entidad para esto”, aseguró uno de los investigadores.

Antonello llevó el libro a su oficina y se lo entregó al jefe de Informática de la empresa, Cosme Venecialle, de 47 años, quien al día siguiente abrió el libro y le estalló entre las manos. Venecialle casi pierde la primera falange de uno de sus dedos y sufrió quemaduras en el rostro, el pecho y ambas manos. Además, la onda expansiva destruyó su oficina, ya que dejó un agujero de 20 por 20 centímetros en el escritorio, otro en una silla que estaba debajo de éste e hizo volar varias placas del cielorraso.

Otra pista que los investigadores reunieron en los últimos días es que desde que salió a la venta en la Argentina en 2000, sólo se vendieron 38 ejemplares del libro usado para armar la bomba, titulado Dominio del mercado digital. Sin embargo, los pesquisas admitieron que es difícil seguir el rastro de los posibles compradores y relacionarlos con el ataque.

Si bien el fiscal Broyad no pidió todavía ninguna detención, las fuentes aseguraron que trabaja en una “pista firme” que indica que los ataques están relacionados con conflictos laborales y personales de Antonello. Como consecuencia de esos problemas, los hombres identificados y al menos otros dos tuvieron algún papel en el atentado perpetrado en la sede de Nestlé.

Además no hay dudas de que son los mismos que al día siguiente, el 6 de septiembre pasado, hicieron estallar un artefacto explosivo de baja potencia frente de la casa de la ex mujer de Antonello, en la localidad de General Pacheco, partido de Tigre. Esa pequeña bomba fue en realidad una especie de petardo, ya que según los peritajes sólo tenía un hidrocarburo y un acelerante de combustión que no podían causar daños graves. Por ese motivo, ni la mujer ni sus dos hijas, que estaban en la casa, sufrieron heridas y sólo se rompieron los vidrios de la ventana donde fue colocado el artefacto.