La Justicia española asestó un nuevo gran golpe a la ilegalizada Batasuna, el brazo político de ETA, al detener a casi toda su cúpula. La policía irrumpió anoche mientras los dirigentes vascos realizaban una asamblea clandestina. La operación tuvo lugar en Segura, una pequeña localidad del País Vasco español. Los 22 miembros de la dirección del partido independentista cayeron casi cuatro meses después del encarcelamiento de Arnaldo Otegi, el líder emblemático de Batasuna. La orden vino directamente del despacho del juez Baltasar Garzón. Según explicaron fuentes judiciales, el magistrado supo que la mayoría de la cúpula estaría en la reunión para decidir el traslado del mando de una nueva dirección. Sin embargo, no se trató de una operación aislada. El martes pasado, la policía española detuvo en San Sebastián a dos importantes miembros de Batasuna, uno de ellos su portavoz Joseba Alvarez. En los últimos tiempos, el juez Garzón ha asumido la tarea de perseguir a las principales figuras del partido ilegalizado, acusándolos de financiar al grupo terrorista ETA. Esta vez el magistrado fue un paso más adelante y acusó a algunos de los 22 detenidos por “pertenencia a una banda armada”. Desde la ruptura de la tregua entre ETA y el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, la organización armada vasca y su brazo político han vuelto a estar en el centro de los operativos de las fuerzas de seguridad españolas y también de sus vecinos, especialmente Francia.