Sábado, 17 de noviembre de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › NUEVAS CONCLUSIONES SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO
El grupo de científicos de la ONU concluyó ayer el informe que será usado como documento base en la reunión de Bali. Las dudas sobre los países emergentes. La Argentina podría ser cuestionada.
“Repentinas e irreversibles” podrían ser las consecuencias del calentamiento global, según el informe que hoy dará a conocer oficialmente el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). El documento, que se aprobó en la ciudad española de Valencia luego de tensas negociaciones, será herramienta de trabajo en la reunión que, a partir del 3 de diciembre, los representantes políticos de las naciones efectuarán en Bali, Indonesia: allí procurarán establecer compromisos a partir de 2012, cuando llegue a su fin el Protocolo de Kioto. El riesgo más impresionante señalado por el informe es la posibilidad de que se derritan por completo los hielos continentales de Groenlandia, lo cual haría aumentar siete metros el nivel del mar. Para evitar las consecuencias más graves, habría que reducir las emisiones globales de gases hasta un 65 por ciento para 2050. Y la responsabilidad, que hasta hace poco se limitaba a los países desarrollados, empieza a acentuarse para los grandes países emergentes, China, India y Brasil, que hasta ahora se niegan a reducir sus emisiones. La Argentina, cuyas emisiones per cápita son superiores a las de China, tampoco podrá quedar por fuera de los cuestionamientos.
El documento del IPCC –entidad que este año recibió el Premio Nobel de la Paz– tiene 20 páginas y fue elaborado por 450 expertos de 130 países, reunidos en Valencia desde el lunes; procura sintetizar los tres grandes informes que, con un total de 15.000 páginas, el organismo presentó este año. El acuerdo se alcanzó ayer, tras una noche de intensas negociaciones. Sostiene que “las consecuencias del cambio climático de origen humano podrían ser repentinas e irreversibles”. Expertos de Estados Unidos habían objetado el término “irreversible”, pero la mayoría de los convocados insistió en sostenerlo. Los estadounidenses también habían cuestionado la fórmula según la cual “todos los países” serán afectados por el cambio climático, pero “es importante trasmitir el mensaje de que no sólo los países en desarrollo son vulnerables”, comentó un experto.
Entre los puntos principales que destaca el IPCC está, por de pronto, el hecho de que tanto el cambio climático como su origen en la actividad humana quedan prácticamente fuera de dudas. En los últimos cien años, la temperatura aumentó 0,74 grado, y el cambio avanza a un ritmo creciente. Para los próximos veinte años, se prevé una suba de 0,4 grado como promedio global; el aumento será mayor en los continentes y en las latitudes más próximas a los polos.
La suba de temperatura se origina principalmente en la emisión de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y fluorocarbono, de efecto invernadero. La concentración de estos gases en la atmósfera es mayor que en los últimos 650.000 años. Especialmente el dióxido de carbono, procedente de la combustión de petróleo, carbón y gas natural, aumentó un 80 por ciento entre 1970 y 2004.
Una suba de temperatura superior a tres grados centígrados en Groenlandia llevaría al derretimiento completo de los hielos que cubren ese territorio, lo cual haría que el nivel del mar subiera unos siete metros.
Para evitar las consecuencias más graves, las emisiones de gases de efecto invernadero deberían ser reducidas en un 50 a 65 por ciento para 2050, en comparación con las que se registraron en 2000.
Según el IPCC, las mejores herramientas para encarar el problema consisten en el uso de energías alternativas como la solar, la eólica, la hidráulica, la procedente de la biomasa (que aprovecha residuos agrícolas y urbanos) y la geotermia (que aprovecha el calor contenido en el interior de la corteza terrestre). El informe destaca que las tecnologías necesarias ya están comercialmente disponibles o podrían estarlo en corto lapso. Los costos de estas tecnologías se han reducido con respecto a los que regían en 2001, fecha del anterior informe del IPCC. De todos modos, un programa ambicioso de reducción de emisiones reduciría el crecimiento global en un tres por ciento en los próximos años.
Vicente Barros –director de la Maestría en Ciencias Ambientales de la UBA– señaló que “este informe del IPCC se presentará en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático –que se efectuará en Bali a partir del 3 de diciembre–, donde será utilizado como guía científica. En esa reunión se discutirá el curso a seguir a partir de 2012, fecha en que finalizará la vigencia del Protocolo de Kioto. En Bali, es probable que sean cuestionados no sólo países como Australia y Estados Unidos, que se negaron a ratificar el Protocolo, sino China, India y Brasil, que son grandes emisores. Se esperaba que recién en 2020 las emisiones de los países en desarrollo se equipararían con las de los desarrollados, pero esto sucedió ya en 2005: hasta ahora, a los países en desarrollo no se les habían exigido compromisos, pero es probable que la situación cambie y a esto no será ajena la Argentina, cuyas emisiones per cápita son superiores a las de China”.
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