“Lo que siento es dolor.” Raquel Witis, la mamá del músico Mariano Witis, asesinado el Día de la Primavera de 2000, se caracteriza por su entereza, pero esta vez el llanto la quebró durante su diálogo con Página/12. Ayer se cerró el segundo juicio contra el cabo de la Policía Bonaerense Rubén Emir Champonois, autor de las muertes de Mariano, que había sido tomado como rehén durante un asalto, y de uno de los asaltantes, Darío Riquelme. Los dos fueron baleados a quemarropa y por la espalda, por Champonois. En el primer juicio, al cabo le dieron ocho años y medio de cárcel, sólo por el homicidio de Witis, mientras que lo absolvieron por el de Riquelme, alegando que en este caso –aunque se tratara del mismo hecho–, el policía había actuado “en defensa propia”. Esto, pese a que Riquelme nunca disparó el arma que llevaba. Ayer, Champonois fue condenado a 12 años y nueve meses de prisión, pero cumplirá la pena en su domicilio porque así lo dispuso el tribunal, que tuvo en cuenta “su arrepentimiento y su buena conducta”. Además, podrá salir para trabajar y hasta desempeñarse como empleado de una empresa de seguridad privada, a pesar del antecedente.

“No nos molesta la prisión domiciliaria, pero lo que les pedimos a los jueces es que la apliquen para todos los casos que correspondan”, le dijo a este diario Rodrigo Borda, abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), quien representa a la familia de Riquelme. “Estamos disconformes con el fallo, pero no sólo porque no le dieron 20 años (a Champonois) como habíamos pedido. No pasa por ahí. Lo que se cuestiona es que no se haya tomado en cuenta ninguno de los agravantes planteados: ni la condición de policía del imputado, ni el uso del arma de fuego, ni la pluralidad de las víctimas, ni la corta distancia de los disparos (de 75 centímetros a 1,20 metro) y ni siquiera que las balas entraron por la espalda de las víctimas”, insistió Borda.

“Los jueces dijeron que el acusado se manifestó arrepentido. No es verdad. En su alegato final, a más de siete años del doble asesinato, no pidió disculpas, no pidió perdón y tampoco manifestó arrepentimiento. Sólo dijo que lamentaba lo sucedido”, se quejó Laura del Cerro, abogada de la familia Witis. Dijo que “no hay fundamentos de ninguna especie que justifiquen el fallo” del Tribunal Oral 4 de San Isidro, integrado por Carlos Santillán, Osvaldo Rossi y Federico Ecke. La sentencia fue votada por la mayoría integrada por Santillán y Rossi. El juez Ecke opinó en su fallo en disidencia que no correspondía ningún atenuante para Champonois y pidió una pena de 15 años de cárcel. La querella y la fiscal Emma Prada habían solicitado una condena a 20 años de cárcel.

En septiembre de 2003, el Tribunal Oral 3 de San Isidro, conformado por Carlos Vales Garmo, Ezequiel Igarzábal y Marcelo García Helguera –éste en disidencia–, condenó a Champonois sólo por el homicidio de Witis, el rehén. La mayoría dijo que el cabo actuó, en el caso de Riquelme, en uso de la legítima defensa. García Helguera, en cambio, consideró que la muerte del otro joven también había sido un “homicidio simple”, porque mal podría haberse sentido agredido Champonois, cuando Riquelme fue baleado por la espalda. En ese juicio quedó demostrado no sólo que Darío nunca disparó su arma sino que ésta estaba rota y no podía ser utilizada.

Ese primer fallo fue apelado ante la Sala I de la Cámara de Casación. Dos de los camaristas, Benjamín Sal Llargues y Juan Carlos Ursi, por mayoría, pidieron que se modificara la absolución del policía respecto del asesinato de Riquelme. El juez Horacio Piombo votó a favor de que se mantuviera la sentencia. Al pedir una condena mayor para Champonois, el juez Ursi dijo en su voto: “Tengo para mí que, de ninguna manera hubo, por parte de Riquelme, una agresión ilegítima que justificara la actuación de Champonois. Ha quedado suficientemente demostrado que (el accionar del policía) no dio pábulo a ninguna agresión por parte de los ocupantes del VW Gol (en el que iban las víctimas), porque el policía se acercó desde atrás, tirando balas sin interrupción (...) con la conducta de disparar hacia el auto sin que se haya podido probar respuesta armada por parte de los asaltantes (que) jamás estuvieron en condiciones de enfrentarlo”.

En el auto, además de Witis, iban Julieta Schapiro, que era también rehén, y un segundo asaltante que logró escapar cuando el Gol se detuvo frente a la villa Uruguay, en Beccar. Todo se había iniciado con un robo en la sucursal del Banco Itaú y la toma de rehenes. Champonois estuvo preso desde el 10 de mayo de 2001 hasta el 30 de enero de 2006. La mayoría de los cuatro años y ocho meses los pasó en distintas comisarías. Sólo estuvo un año y un mes en la Unidad 9 de La Plata.

Raquel Witis sólo reivindica el fallo en disidencia del juez Ecke, que pidió 15 años para Champonois. “El dice claramente que fueron dos homicidios con intencionalidad, que hubo dolo directo y que el policía actuó frenéticamente”, sostuvo la mamá de Mariano. “Nosotros queremos que se haga justicia, porque queremos sentar un precedente. Que se condene al policía por las dos muertes y que la pena sea dura.” Consultada sobre los pasos a seguir, comentó: “No podemos apelar de nuevo ante Casación, lo que podríamos hacer es solicitar la nulidad del nuevo fallo porque no tuvo en cuenta lo que había ordenado el tribunal superior”.

La querella y la fiscalía habían solicitado la inhabilitación perpetua de Champonois para ser agente de policía y custodio privado. Sólo lo inhabilitaron diez años para el uso de armas, pero se lo autorizó a que trabaje en agencias privadas de seguridad.