El Gobierno postergó hasta hoy el anuncio de la fecha en que se levantará la suspensión de vuelos directos con México, una medida protectiva que hoy cumple siete días y que ha generado malestar en las autoridades mexicanas, molestias a viajeros de ambos países y la calificación de “exagerada” por parte de la Organización de las Naciones Unidas. El embajador argentino en México, Jorge Yoma, explicó que “la suspensión de vuelos se debe a que cuando se declara el alerta sanitario por el tema de la gripe A, Argentina está absolutamente desprotegida en sus aeropuertos y fronteras”. “Pero las personas que tienen pasajes endosables están viajando vía Miami, San Pablo, Panamá o Santiago de Chile, lo que demuestra la inutilidad de la medida”, dijo a Página/12 el cónsul de México en Buenos Aires, Juan Miguel Ponce, con la mayor diplomacia posible.

Anoche, en la conferencia de prensa que ofrece diariamente, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, informó que por “problemas de agenda” no se reunió ayer el comité interministerial que debe resolver cuándo se levanta la veda para los vuelos entre Argentina y México. El viceministro Carlos Soratti aclaró al respecto que “ninguna medida es exagerada”, ya que el objetivo es “que el virus no ingrese a la Argentina”, y que, si se produce su llegada, “el sistema sanitario esté preparado”.

Soratti enfatizó que por ahora “no hay circulación viral (de influenza A H1N1) en la Argentina”, aunque aclaró que “hay 45 casos sospechosos en estudio de laboratorio”, todas personas que viajaron desde los países afectados.

El cónsul mexicano en Buenos Aires reveló que hay aquí “unos 300 ciudadanos” de ese país que están varados y no han podido viajar por la nueva suspensión de vuelos. “Muchos de ellos se enteraron hoy (por ayer) en el aeropuerto, ya que estaba previsto que a la cero se levantaba la suspensión”, comentó. Y lamentó que no hubiera avisos previos por parte del gobierno argentino. “Peor aún, el domingo el embajador Yoma daba por seguro que los vuelos se reanudaban”. Ponce recordó que la Organización Mundial de la Salud dijo, “en forma explícita, que no deben cerrarse fronteras ni restringirse los viajes” entre países.

Ayer, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, envió un mensaje a los 192 estados miembros de la organización, a pedido de México: “Se deben evitar reacciones exageradas que no ayudan a contener la propagación del (virus) A H1N1, y sin embargo, causan daños a nuestras economías, sociedades y pueblos”, afirmó. Además de Argentina, Cuba, Perú y Ecuador suspendieron los vuelos hacia México, mientras que China ha puesto en cuarentena forzada a decenas de ciudadanos mexicanos y Rusia impuso restricciones a la importación de carne de cerdo.

La tensión llegó a tal punto que el embajador Jorge Yoma tuvo que explicar al gobierno mexicano que los vuelos comerciales entre ambos países se suspendieron por una falta de preparación sanitaria adecuada en los aeropuertos del país. “De ninguna manera la suspensión tiene que ver con una actitud contra México, al contrario, nosotros por México tenemos un agradecimiento enorme” porque “salvó miles de vidas” en la época de las dictaduras militares. Explicó que hubo que instalar hospitales de campaña y scanners en los aeropuertos internacionales argentinos y dotarlos de la estructura sanitaria necesaria para recibir a los viajeros. También tuvo que pedir disculpas a México en nombre de la ministra de Salud, Graciela Ocaña, por haberse referido a ese país como “el hermano enfermo”.

En Buenos Aires, el desagrado –aunque con tono diplomático– fue expresado por el cónsul Juan Miguel Ponce, quien enumeró los trastornos que la suspensión de viajes ocasiona a viajeros mexicanos y argentinos. “Hasta ahora habíamos tenido pocos reclamos, ya que muchos turistas mexicanos, al saber que los vuelos se reanudaban el lunes 4, se quedaron unos días más paseando en Argentina, pero ahora, ante una suspensión indefinida, se están poniendo nerviosos y nos llaman cada hora para pedir una solución. Los estamos reubicando en vuelos a través de otros países, como Chile o Brasil”, dijo a Página/12. “También nos llega la información de que muchos argentinos que tenían previsto regresar en estos días, y no están incluidos entre los 200 que volvieron el lunes, no saben ahora qué hacer. El problema es para los que tienen pasajes de promoción, que no pueden endosarlos para volver por Miami, San Pablo o Santiago de Chile.” Para el cónsul, la medida no perjudica a pasajeros de alto poder adquisitivo. “Pero el virus no mira la billetera”, sugiere.