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El subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, suele viajar al interior para participar de alguna mesa en defensa del proyecto oficial de ley de Radiodifusión. Pero este fin de semana el motivo de su visita a Resistencia tiene que ver con la personería obtenida por el Partido de la Concertación. Desde allí, López habla del radicalismo K, de la ciudad de Buenos Aires y de su candidatura a legislador porteño.

–¿El radicalismo K todavía existe?

–Sí, tanto existe que estoy en el Chaco celebrando haber obtenido la personería y que vamos a elecciones con el frente del gobernador Capitanich. Hicimos un trabajo muy fuerte a partir del voto no positivo de Cobos y ya hemos inscripto el partido en diez provincias.

–Antes el liderazgo del radicalismo K era de Cobos, ¿quién quedó ahora como principal referente?

–En este momento la Concertación está formada por tres espacios. Uno es nuestro partido, el Partido de la Concertación, que lidera la diputada Silvia Vázquez. También está el sector de los gobernadores, el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y el de Río Negro, Miguel Saiz. Después hay un tercer grupo en donde figuran dirigentes como el intendente de Neuquén o el intendente de Merlo, San Luis. Entre todos formamos la Concertación.

–¿No hay un líder?

–No, podríamos decir que Zamora representa a los gobernadores, Silvia Vázquez a nuestro partido y algunos intendentes a quienes trabajan de manera suelta. Pero hemos logrado una organicidad a nivel nacional a través de nuestro partido. La crisis de los partidos produce consecuencias tanto en el peronismo como en el radicalismo. Los dos grandes partidos populares tienen alas conservadoras y alas progresistas. Kirchner fue la encarnación del ala progresista del peronismo. En el radicalismo esto no se pudo resolver. Entonces la Concertación se planteó como el sector del radicalismo progresista que acordaba con el sector progresista del peronismo. Resultó que no todos los que decían ser progresistas terminaron siéndolo. En definitiva, Cobos y muchos otros terminaron apoyando a los sectores más concentrados de la economía como la Sociedad Rural.

–¿Qué opina del reagrupamiento que se da en el radicalismo a partir de la alianza entre la UCR, la Coalición Cívica y el cobismo?

–Es una consecuencia lógica para reagrupar fuerzas que tienen una posición conservadora-liberal, diferente a la posición conservadora-neomenemista de De Narváez, Solá y Macri. Nosotros aspirábamos a que el radicalismo se volviera a convertir en un espacio progresista. El problema es que el radicalismo no superó su crisis. Con políticas neoliberales se unen en una lista que está en contra de la reestatización de Aerolíneas y de los fondos jubilatorios, que termina votando contra la ley de movilidad jubilatoria y que se opone al debate de la ley de Radiodifusión.

–¿Quién va a ser el candidato del kirchnerismo en Capital?

–El candidato será Carlos Heller. Lo propusimos todos los sectores y tiene el apoyo de Daniel Filmus. En los días que quedan hasta el cierre de listas aspiramos a sumar también al peronismo de la ciudad que apoya las políticas del gobierno nacional.

–¿Cuál es su opinión sobre las candidaturas testimoniales?

–Lo que está en juego es el modelo de país. Hay que poner todos los nombres sobre la mesa para decirle a la gente que estamos votando seguir con este modelo que en seis años puso a la Argentina de pie o volver a las políticas conservadoras. Lo que proponen tanto el sector neomenemista como el conservador-liberal de la Coalición Cívica y la UCR son políticas de ajuste. Cuando dicen “no a las retenciones a la soja”, ¿quién va a pagar las obras públicas, el aumento a los jubilados? ¿Vamos a volver a ajustar a la clase media, a los empleados públicos y a tener desocupados? Para defender esto hay que poner todo sobre la mesa. Y a la gente no se la engaña: cuando se dice que es una candidatura testimonial lo que se está diciendo es que dé testimonio para seguir adelante con este modelo.

–¿Usted va a ser candidato en esta elección?

–Soy precandidato a legislador porteño del espacio que conformamos con Heller y Daniel Filmus. Mi candidatura tiene dos vertientes. Por un lado, la representación del radicalismo de la Concertación. En segundo lugar, la defensa de lo público. Hay más de 200 artistas y trabajadores de la cultura que apoyan esta candidatura en la defensa de la cultura de la inclusión, del trabajo, de la cultura como herramienta de transformación y de la defensa del sentido de lo público. Lo público no es asfaltar como el nuevo Cacciatore, sino defender la educación, la salud y los espacios de encuentro.