¿Cómo se traduce el cambio de paradigma que introduce la Convención?

–Históricamente, las personas con discapacidad bajo un paradigma “médico” fueron consideradas como personas incapaces para cualquier actividad, ya que dentro de esa visión son personas a las que hay que curar, arreglar, para hacerlas normales. Entonces, el déficit del modelo médico resulta en que se dejan de lado las potencialidades que cualquier individuo puede aportar como ser humano. El cambio a un paradigma “social” significa no considerar al sordo, al ciego o al paralítico como una persona incapaz, sino analizar qué es lo que hace o deja de hacer la sociedad para que, más allá de las limitaciones de una persona, pueda incluirse. En mi caso, la silla de ruedas no me permitiría acceder a un edificio con escaleras, pero si se colocan rampas y un ascensor, ¿dónde está mi incapacidad?. Hay que modificar en cómo la sociedad está estructurada para que las personas con discapacidad dejen de serlo y pueden realizar actividades como todos.