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La plaza Roque Sáenz Peña, en la avenida Juan B. Justo y Boyacá, estuvo muchos años sin mantenimiento, hasta que fue virtualmente tomada por la Asamblea Villa Mitre y Villa Santa Rita en 2002. Los propios vecinos decidieron rediseñarla y lograron que durante la gestión de Aníbal Ibarra se aprobaran sus bocetos y se reinaugura en 2007. Hoy se la conoce como plaza Pappo, por el monumento en recuerdo del guitarrista y vecino fallecido. Por ahora no hay noticias de las rejas perimetrales, pese a varios intentos. El lugar es un ejemplo del buen uso colectivo del espacio público: los fines de semana hay ferias, teatro para chicos y otras actividades surgidas por la propia iniciativa de los vecinos.

“El lugar estaba destruido y la arreglamos entre los vecinos, fuimos juntando plata como se pudo”, cuenta Leonardo Pinotti, uno de los asambleístas. Luego de la inauguración y bajo la administración de Mauricio Macri, llegaron también los reclamos por la falta de mantenimiento en la fuente, la falta de césped y de reposición de arbustos y árboles secos o rotos, además de los tres bebederos inutilizados. Incluso, los vecinos reclamaron por las deficiencias del sistema de riego automático y los escasos cestos de basura. Para todos los reclamos se juntaron firmas.

“Nuestro proyecto contaba con guardianes de plaza. Hubo tres, que estuvieron hasta que asumió Macri a fines de 2007. Desde entonces, la plaza no tiene mantenimiento ni guardianes ni baños químicos. También se nos negó el permiso para eventos culturales”, dice Pinotti, quien repara equipos de esterilización para fines médicos. En las reuniones de la asamblea, agrega, fueron surgiendo distintas cuestiones “como armar una feria para los vecinos que no tienen trabajo y teatro y circo para chicos, que se hace igual porque para noso-tros la cultura no necesita permisos”.

El planteo de poner rejas también surgió en el seno de la asamblea, mientras merodeaban propuestas del gobierno porteño y fue una discusión intensa. Pinutti cuenta que se pudo cambiar la opinión de los vecinos después de mucho debate y también gracias un texto que distribuyeron, donde explican qué es una plaza y qué funciones cumple (ver aparte). “El ex director del CGP, ahora presidente de la comuna, preguntó hace poco: ‘Che, ¿ahí no hacen falta rejas?’. ‘No, y si las ponés te las tiramos abajo’, le dije. Ya nos conocen. Lo que decimos, lo cumplimos”, asegura.

En la plaza Pappo, los vecinos hicieron varios cortes de calle en 2010 y 2011 para pedir el cierre de dos fábricas que contaminaban el medio ambiente. “También juntamos diez mil firmas para que el gobierno porteño compre un garage lindante al hospital Lagleyze, que está en venta, para ampliar el hospital, que se está cayendo abajo”, comenta Pinotti, que junta firmas para estos y otros propósitos cada domingo entre las 12 y las 19.