El lugar donde habría sido asesinado Arruga, la comisaría octava de Lomas del Mirador, está cerrada y es objeto de una gran disputa. En agosto de 2012, cuando el gobernador bonaerense Daniel Scioli recibió a la familia, prometió cederles el lugar para construir un espacio de contención para las víctimas de violencia institucional. “Esa promesa y el apoyo que íbamos a tener para llevar adelante el lugar nunca fueron cumplidos por Scioli”, sostuvo Vanesa Orieta, quien también criticó al intendente de La Matanza, Fernando Espinosa, por no brindar el apoyo para que ese destacamento tuviera otra función.

“Quiero recordarles que ese destacamento se abrió en 2007 por pedido de los vecinos, que buscaban más seguridad en el barrio. Dos años después ya habían montado una red de reclutamiento y desaparecieron a mi hermano”, señaló Orieta. Luego estimó que la causa judicial por lo ocurrido con Arruga tal vez no llegue a buen puerto, pero pidió: “Por lo menos dennos ese lugar para otros pibes que están sufriendo el mismo acoso policial; queremos construir algo para que no se repita lo de Luciano”, agregó.

Pablo Pimentel, titular de la APDH de La Matanza, relató que antes de concurrir a la conferencia, el intendente Espinosa lo llamó sabiendo que se hablaría del caso de Arruga. “Se comprometió a dar todo el apoyo para que ese destacamento de Lomas de Mirador no siguiera cerrado y sirviera para seguir organizándose y luchando contra la impunidad policial”, afirmó.