SOCIEDAD
La voz de tres periodistas históricos
Fermín Chávez *
Me parece un disparate. Esta señora miente, su libro (Perón, mi padre) es una locura y nunca nadie la vio con Perón. No corresponde hacer un examen, no es serio, porque desde la Justicia se están creando sospechas. Lo mismo pasó una vez con Nilda Quartucci, que dijo que era la hija de Evita. Del asunto del ADN no entiendo nada y creo que puede ser utilizado políticamente. Hay que ver los intereses que están detrás de la jueza. Perón tuvo un accidente de moto y eso le provocó una afección que le impidió tener hijos momentáneamente, pero luego Isabel Martínez publicó que había quedado embarazada y que finalmente perdió el bebé. Además, cuando Perón estaba exiliado en España mandó a buscar a Italia a una novia que él creía haber dejado embarazada en el año ‘40, pero nunca la encontraron.
* Historiador.
Oscar Sbarra Mitre *
Me parece bien la decisión de la jueza, no lo considero un agravio. Hay que poner la cuestión en el terreno de lo lógico: una ciudadana reclama un derecho y entonces la Justicia investiga para aclarar una situación. Es algo normal en un caso judicial. Hay antecedentes jurídicos y el ADN tiene una precisión muy alta, del 99 por ciento. No es una violación a la tumba de Perón sino un hecho de la Justicia, que tiene la obligación de dilucidar la verdad. Si no se procediera de esta forma, uno podría decir que la Justicia no está investigando. Y mientras esto no se haga, el reclamo de la mujer no podrá considerarse una simple anécdota. De todas formas, para mí, la señora no tiene razón, porque creo que Perón no podía tener hijos. Pero sí considero que tiene derecho a que sea la Justicia quien le diga que está equivocada.
* Economista, ex director de la Biblioteca Nacional.
Lorenzo Pepe *
Me causó una enorme sorpresa. Es algo absolutamente inesperado. Mañana (por hoy) a primera hora voy a ir al juzgado y le voy a pedir a la jueza que notifique de todo lo actuado a Isabel Martínez de Perón y que no le hagan el examen de ADN a Perón. Su cuerpo ya ha sufrido cosas muy crueles; se violó la tumba, el féretro y le cortaron las manos. Tenemos que salvar lo que queda. Hace dos años me enteré de que el cadáver pasaba por un proceso de descomposición porque antes de que le robaran las manos tenía un tratamiento de mantenimiento que se interrumpió. Es demasiado para el cuerpo de alguien que fue tan importante para los argentinos. Es como si mañana le hacen un ADN al padre de cualquier ciudadano porque una mujer dice que es hija de él. Además, yo a esta señora no le creo.
* Diputado del PJ.