“En la Argentina tenemos autos con ‘cáscara’ europea pero seguridad sudaca”, sostiene Fabián Pons, de la entidad Cesvi, al comentar el hecho de que, en el Sistema Argentino de Rating Automotor (Siara), el equipamiento en seguridad personal de los autos económicos puntúa menos de 30 puntos sobre 100. “Sucede que, en la Argentina, el usuario no demanda seguridad; puede demandar confort, pero no seguridad”, agrega Pons, y advierte: “Ya que el usuario común no la demanda, el Estado debe encargarse de hacerla obligatoria. En Europa y Estados Unidos, el doble airbag y el ABS se incluyen desde hace años en el equipamiento básico de los vehículos de serie. Allí los usuarios lo demandan y esto se hace sentir en el mercado”, observa Pons, y gráfica: “Acá tenemos cáscara europea pero seguridad ‘sudaca’: hay autos que parecen iguales que en su país de origen pero, cuando pasan a fabricarse en Brasil o la Argentina para el mercado latinoamericano, resulta que les ponen menos airbags o les quitan otros sistemas de seguridad. Cuando uno habla con los fabricantes, contestan que, acá, el público no demanda esas cosas. Por eso el Estado debe obligarlos”.

Además, los autos baratos resultan ser los que más se roban: “Los más sustraídos son los de gama baja y modelos viejos: básicamente se roban por los repuestos. Hay muchos lugares donde ubicar los repuestos y la gente de bajos ingresos que tiene estos autos va a donde sea para comprarlos baratos”. Gustavo Carvalho, gerente técnico del Cesvi, agregó que “es enorme la competencia desleal en el mercado de los repuestos usados, basada en los robos”. Por eso, “un control más efectivo sobre la venta de repuestos usados ayudaría a bajar esta delincuencia. No hay que olvidar que muchos robos de autos son a mano armada y conllevan homicidios”, destacó Pons.