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El volumen 2 de la Guía dedica atención a las situaciones de violencia entre estudiantes, y de estudiantes a docentes y viceversa. Trata especialmente las situaciones que se plantean cuando aparecen armas en la escuela y cómo responder a ellas.

- Violencia de estudiante a docente. Propone, entre otras cuestiones, “contener al/la docente que sufrió la agresión y brindarle el apoyo que necesita”. “Contener al estudiante, poner en palabras la situación, y conversar acerca de lo ocurrido, a nivel grupal e institucional, según corresponda, evitando los detalles y la estigmatización de niños, niñas y adolescentes.” Recomienda especialmente “convocar al Consejo Escolar de Convivencia y analizar las sanciones educativas que correspondan, según el Acuerdo Escolar de Convivencia en el Nivel Secundario o los Acuerdos de Convivencia de cada institución en otros niveles.”

- De docente a estudiante. Recomienda poner en palabras lo ocurrido, sugiere el trabajo con los equipos de orientación, sostiene que es importante la comunicación a la familia, el registro por escrito y proceder de acuerdo con las normativas jurisdiccionales, como el estatuto docente.

- Situaciones de violencia entre personas adultas. El punto está dirigido especialmente a cómo atravesar agresiones fundamentalmente de familiares. Sostiene que “el auxilio y la presencia de colegas u otras personas adultas de la entidad cumplen la función de ayudar a contener o disuadir la situación de violencia”. Propone evitar el contacto entre la persona agresiva y el docente, intermediando con otro adulto de la escuela.

- Armas de fuego. Si se sospecha que tiene un arma, se debe llamar de inmediato a la familia. Los familiares son los que deberán revisar allí donde se supone que tiene oculta el arma. Si la tiene, sólo la puede retirar personal policial. Entretanto, se recomienda hablar con el chico y mostrarse siempre preocupados por las consecuencias, y no plantear la cuestión como un delito.

- Cuatro reglas básicas si el arma de fuego fue mostrada. “Considerar siempre que el arma está cargada”; “convencer al alumno de que apunte hacia muebles de madera, mochilas con libros” para que en caso de disparar no lo haga contra personas ni contra superficies en las que el proyectil rebote. “Pedir que saque el dedo del gatillo”; “sugerir que apoye el arma en una superficie horizontal de donde no se pueda caer”. Recién entonces se puede evacuar el aula.

- Armas blancas. Deberán tener en cuenta que muchos de los elementos utilizados en clase y pedidos para cursar pueden transformarse en armas blancas, como punzones, trinchetas, compases, tijeras. Recomienda tranquilizar al estudiante y apartar al resto. Paralelamente tranquilizar al estudiante agredido, si es que lo hubo.