La justicia santafesina imputó ayer por “sustracción de menor” a la abuela de Maximiliano Sosa, de tres años, y a la pareja de la mujer, sospechados de ser los responsables de la desaparición del chico, ocurrida en la localidad de Ceres el 21 de diciembre del año pasado, sin que todavía se sepa su paradero. La decisión fue tomada por la fiscal Hemilce Fissore en la Oficina de Gestión Judicial de San Cristóbal, luego de que el jueves pasado ordenara la detención de los imputados, luego de realizar una serie de allanamientos.

La abuela, de 40 años, y su pareja de 35 años, fueron acusados por la desaparición del niño en calidad de “coautores” y fueron trasladados detenidos a ciudad de Santa Fe, donde el lunes a la mañana se realizará la audiencia para determinar si se les aplica la prisión preventiva. Maximiliano Sosa fue visto por última vez hace seis meses, cuando salió de su casa, en un barrio ubicado en el acceso sur de la ciudad de San Cristóbal, tras pedir permiso para jugar en la casa de un amigo, a pocos metros de su vivienda. El niño fue buscado con la participación de patrullas terrestres, helicópteros y embarcaciones, pero todavía no se encontró ningún rastro sobre su paradero.

Fissore dijo que “no se descarta la participación de otras personas en la comisión del delito” e informó que el lunes, a las 9, se hará la audiencia de prisión preventiva en la Oficina de Gestión Judicial de San Cristóbal. Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta que fue lo que pasó con el chico, que había quedado al cuidado de su abuela porque su madre estaba internada porque recién había dado a luz.