SOCIEDAD
Si las mesas hablaran...
Si la historia de un lugar pudiera medirse, uno de los valores a utilizar sería el de las personalidades que han puesto allí sus pies. En el caso de Las Violetas, esa historia debería aludir a quienes se sentaron frente a las mesas de café, como el escritor Roberto Arlt o la poetisa Alfonsina Storni, vecina del lugar.
La leyenda rescata también al jockey Irineo Leguizamo, que solía comprar allí su postre favorito, el mismo que hoy lleva su apellido y se vende en los mostradores de la confitería. También pasaron por allí Arturo Frondizi, cuando aún era radical y todavía no había llegado a la presidencia, el socialista Nicolás Repetto y el mismísimo Carlos Gardel.
Parte de esa historia está reflejada en el libro Las Violetas, 120 años, que se presentará el lunes a las 19, en la confitería, junto con el CD La esquina de Las Violetas, que incluye tangos que hacen referencia al lugar homenajeado o al barrio de Almagro.