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Por H. C.

“Rafael también es una víctima. Si hay alguien responsable en el fondo de todo esto somos nosotros, los adultos. Hay algo que no estamos escuchando que nos dicen nuestros hijos, algo que estamos desatendiendo. Quizás, y esto no quiere decir que lo disculpe, Rafael quiso decir algo con todo lo que hizo, algo que no pudo decir de otra forma.” Patricia vive en Carmen de Patagones. Es la pareja del padre de Pablo Saldías, el chico que se encuentra en estado más delicado, internado en el Hospital Zatti, de Viedma. La preocupación de Patricia habla también de un temor que está cruzando a los padres, por ahora en forma superficial, aunque tenga raíces profundas: en los últimos años, Carmen de Patagones pasó por una repetición de suicidios. Uno de los mejores amigos de uno de los chicos heridos se suicidó hace pocos meses, de un disparo en la boca. Hace un poco más, una chica se arrojó al río. Un psicólogo consultado por este diario sostuvo que “Carmen de Patagones no es más violento que otra parte del país. Lo que se está descubriendo ahora es que no son menos. Y lo que por ahora parece es que el miedo empuja a demonizar a los que son diferentes”.