El crimen de Elsa Escobar y la violación de su hija de 13 años conmovió al barrio de Núñez el 3 de diciembre último, cuando se conoció el caso. Por el hecho fue detenido su vecino, Claudio Alvarez, procesado por la jueza María Perzán con prisión preventiva por los delitos de homicidio calificado criminis causa, rapto y abuso sexual doblemente agravado, y tentativa de homicidio de la niña.

Aquel sábado de diciembre, el hombre, con media cara tapada por un pañuelo entró al PH de su vecina, Elsa Escobar, de 56 años, ubicado en la calle Tres de Febrero al 3000, y después de violarla la mató a puñaladas. Luego abusó de su hija, una menor de sólo 13 años, y para asegurarse de que no hablase, intentó matarla tras recibir varios cortes en la espalda. Como la chica se desmayó, el abusador la creyó muerta.

El 22 de ese mes, la adolescente ratificó que fue Alvarez el hombre que la violó y el que mató a su madre. La menor declaró delante de una psicóloga en una cámara Gesell. También fue reconocido por la hermana de la menor. Y un resultado preliminar de una muestra de sangre encontrada en sus ropas arrojó que coincidía con el grupo sanguíneo de la niña.

El agresor, de 30 años, ya había sido acusado por violación –entre otras causas–, pero salió en libertad condicional en marzo pasado. Un mes antes de abusar de Cinthia Laborante.