En una operación de una semana que se extendió desde el norte de Italia hasta la región de Campania, en los alrededores de Nápoles, la policía detuvo a 383 personas, 53 de las cuales fueron expulsadas de inmediato, informó el jefe del operativo.

El anuncio coincidió con la llegada a Italia del ministro del Interior rumano para discutir sobre inmigración con el gobierno de Silvio Berlusconi, en medio de preocupaciones de Bucarest sobre una presunta ola de hostilidad hacia gitanos rumanos en Italia.

El ministro Cristian David tenía previsto reunirse con su par italiano Roberto Maroni, miembro del partido anti-inmigrantes Liga Norte, quien prepara actualmente un paquete de medidas para penar con cárcel a los ilegales y acelerar su deportación.

Rumania, que posee la mayor población gitana de Europa, advirtió recientemente a Italia de un brote de "xenofobia" contra ciudadanos rumanos.

Esta semana, la policía debió evacuar campamentos ilegales de gitanos en Nápoles luego de que residentes de la ciudad incendiaron las tiendas donde vivían enojados por un presunto intento de secuestro de un bebé por parte de una joven gitana.

Los detenidos povenían de Europa del Este, Albania, Grecia, del norte de Africa y de China, acusados de cargos que van desde ingreso ilegal a Italia hasta prostitución, tráfico de drogas y robo, dijo el jefe del operativo, Francesco Gratteri.

La televisión mostró imágenes de personas que eran cargados en un camión por la policía en el mayor asentamiento gitano de Roma, pero Gratteri negó que el operativo haya apuntado específicamente contra los gitanos.

La operación "no estuvo dirigida contra ninguna categoría o grupo étnico específico", dijo el jefe policial en conferencia de prensa, citado por la edición digital del diario La Reppublica.

"El único objetivo fueron delincuentes que han causado una sensación creciente de alarma en la sociedad", afirmó. Berlusconi asumió la semana pasada para un tercer mandato como primer ministro de Italia con la promesa de combatir la inmigración ilegal, a la que muchos italianos responsabilizan de distintos delitos.

Su gobierno prepara actualmente un paquete de leyes para reforzar los controles fronterizos, penar con cárcel a los inmigrantes ilegales y acelerar el proceso de su deportación.

Quince investigadores de la policía rumana viajarán a Italia el próximo lunes para constituir grupos de trabajo con agentes locales, informó la agencia de noticias italiana Ansa.

Ansa opinó que la llegada de los policías rumanos "consentirá un mayor conocimiento sobre los aspectos de la criminalidad procedente de Rumania, con la posibilidad por tanto de combatir mejor los delitos cometidos por rumanos en Italia".