"Sería lamentable que el vicepresidente de la Nación que tiene tanta representatividad como la Presidenta, tenga que pedir permiso o autorización para ejercer una función, sea protocolar, sea de opinión. Me parece que esto no le hace bien al Poder Ejecutivo, a la institucionalidad, ni a los argentinos", opinó Cobos tras rendir un homenaje a Hipólito Yrigoyen.

Cobos confirmó además que el último contacto que mantuvo con la presidente Cristina Fernández fue durante un acto del Día de la Bandera, celebrado el 20 de junio en el partido de Hurlingham, tres días antes de reunirse por su convocatoria con los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y San Luis que se oponen a la estrategia oficial que derivó en el conflicto agropecuario de más de cien días de duración.

Con posterioridad, Cobos recibió a un numeroso grupo de intendentes de las provincias sojeras que protestaron insistentemente por la política implemantada desde la Casa de Gobierno. En tanto el miércoles último, acogió en su despacho a una delegación del Episcopado argentino, que encabezó el cardenal Jorge Bergoglio, a quien el gobierno nacional visualiza como un adversario de la gestión kirchnerista.

Sobre su reunión con el cardenal Bergoglio, Julio Cobos dijo: "Yo recibo a todo el mundo. ¿Cómo no iba a recibir a la Iglesia Católica si hace más de un mes que estaba programado este encuentro? He recibido a todos los sectores religiosos, lo mismo con los intendentes que son los que viven la problemática. Esto no tiene porque alterar anadie".

Cobos afirmó hoy que "hay una confusión del rango que tiene el vicepresidente, que eventualmente representa a la Presidenta pero es el que preside el Congreso", al tiempo que afirmó: "Yo no quiero manejar nada, quiero que el proyecto (sobre retenciones) sea fruto del diálogo y el consenso y de allí salga el instrumento que dé fin a un conflicto y para que el país y los ciudadanos retomen la agenda de otros temas".

Al ser consultado sobre su relación con la Casa Rosada, el vicepresidente dijo que lo importante es "trabajar en la solución en este tema del campo y pido que no se haga un mundo de esto, dado que estamos abocados a la tarea legislativa y en permanente contacto con los actores del tema".

Sobre la posición de legisladores y gobernadores respecto del proyetco oficial de retenciones móviles, el titular del Senado consideró que "aquí no hay que presionar a nadie, cada uno tiene la responsabilidad dado que representan a las provincias y a las personas y cada uno tiene que votar conforme a las convicciones que tenga".

El vicepresidente manifestó además que no apoya ningún proyecto en particular y que sólo está bregando por el dialogo y el consenso.

"Que cada uno que se sienta preparado con capacidad técnica para hacer un aporte lo haga. Busco un proyecto consensuado que satisfaga el interés general y atienda también a los sectores", enfatizó.