El cuadro se agravaba porque el Servicio Meteorológico prevé que no haya precipitaciones importantes en la zona afectada en los próximos 40 o 50 días.

"En lo que corre de 2008, las lluvias no llegaron ni a los 60 milímetros", aseguró el funcionario, un nivel muy por debajo de lo necesario.

En consecuencia, desde el gobierno provincial se dispuso un operativo de asistencia con distribución semanal de 700 litros de agua potable para unas 300 mil personas de los departamentos más afectados por la seca.

"Trasladamos el agua en vagones que fueron gestionados ante la Nación y tardaron bastante en llegar, así como en camiones" que dispuso la provincia, explicó Favarón.

Asimismo, agregó, "en paralelo también se están realizando numerosas perforaciones para ver si se puede paliar un poco esta situación" mediante la extracción de agua subterránea.

La distribución se realiza desde las localidades de Villa Ángela, Gancedo, Presidencia Roque Sáenz Peña, Napalpí y Villa Berteth, hacia Los Frentones, Río Muerto, Pampa del Infierno, Concepción del Bermejo, Avia Terai, General Pinedo, Charata, Las Breñas, Corzuela y Campo Largo, entre otras.

Fuentes del gobierno admitieron que un gran obstáculo para poder hacer frente a esta clase de crisis hídricas, es la falta de obras estructurales.

"Ahora se licitó la construcción del acueducto de Sáenz Peña pero recién estará terminado para el próximo verano", destacó el titular del ente provincial.

Favarón advirtió que "esta es una de las sequías más importantes de la historia del Chaco, comparable a la que se registró años atrás en la localidad de Juan José Castelli".

Fuentes oficiales señalaron que esta situación de falta de agua, sumada al extenso paro agrario podría confluir en una de las peores campañas del campo chaqueño de los últimos años, ya que los productores prácticamente no pudieron cultivar.