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Los trabajadores de la cerámica se movilizaron frente a la Legislatura y asistieron a la reunión con los legisladores y si bien mantienen algunas diferencias con el proyecto oficial, destacaron el avance que significa la expropiación para el mantenimiento de las fuentes de trabajo.

El ministro Tobares explicó que "con esta propuesta se resuelve el problema de la transferencia definitiva de todos los activos que tiene la quebrada empresa Zanón S.A. en el parque industrial de Neuquén".

"La empresa bajo gestión obrera pudo continuar funcionando con mucho compromiso no solamente en la órbita laboral sino también en lo que tiene que ver con lo social puesto de manifiesto y evidenciado durante los años de gestión obrera por la cooperativa", aseguró.

Precisó que "el proyecto tiene puntos comunes al tratamiento legislativo que se le ha dado a muchas fábricas recuperadas en el país por sus obreros".

"Se prevé declarar la utilidad pública de todos los activos de la empresa que comprende muebles, inmuebles y equipamiento", dijo.

Añadió que "el objeto de la utilidad pública esta sobradamente justificado en la necesidad dentro del marco de los derechos sociales para el sostenimiento de las fuentes de trabajo y en un contexto como el que se vive actualmente, esa justificación se encuentra potenciada".

"Lo que se pretende es el traspaso de todos los activos para poder dar seguridad jurídica a la cooperativa de los trabajadores", señaló.

La expropiación contempla el pago de 22 millones de pesos con fondos del presupuesto provincial a los acreedores privilegiados y el traspaso definitivo de activos y propiedad de la empresa a la cooperativa de trabajadores FASINPAT.

El titular del Sindicato Ceramista y obrero de Zanón, Alejandro López, opinó que "el proyecto del Ejecutivo no deja de ser un paso importante en función de la expropiación. Es un paso importante para la gestión obrera".

Consideró que "el aspecto central es dar la tranquilidad de que podamos seguir y mantener los puestos de trabajo".

López recordó que "el proyecto original presentado por los trabajadores para la solución del conflicto era la expropiación y estatización sin pago de la deuda y bajo control obrero pleno pero de igual manera nos parece que este es un paso importante".

El conflicto se inició hace ocho años cuando los propietarios de la empresa decidieron cerrarla y despedir a todos sus obreros, quienes resistieron la medida ocupando el establecimiento y reanudando tiempo después la producción.

La justicia provincial acusó a los dueños de la fábrica como responsables de su vaciamiento y respaldó la continuidad de la empresa en manos de sus obreros.

Con el proyecto de ley de expropiación se resolverá la quiebra declarada oportunamente por la justicia.

En la actualidad la cerámica cuenta con 470 obreros organizados a través de la cooperativa "Fábrica sin Patrones" (FASINPAT).