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"Es un momento clave: se empiezan a legislar políticas económicas para los que menos tienen o vamos de nuevo a un país con exclusión, hay sectores autoritarios que ven con cariño la posibilidad de volver atrás y al Golpe de Honduras", denunció Hugo Yasky, titular de la CTA, tras el acto central frente al ministerio.

A las 15, miles de los afiliados de los distintos gremios que integran la central sindical, encabezados por Yasky, Pablo Micheli y Pedro Waseijko, se concentraron frente la sede de la cartera laboral, en la Avenida Leandro N. Alem 650, en esta capital.

Desde un escenario montado arriba de un camión, la cúpula de la CTA reiteró su permanente reclamo por la implementación de un blindaje social que evite el despido de trabajadores por 180 días, una asignación universal por hijo, el pase a planta permanente de los contratados en el sector público y un aumento para jubilados y pensionados.

La jornada nacional de movilización, "para que los trabajadores no paguemos la crisis que no generamos", tuvo réplicas en las principales ciudades del interior del país, donde se repitieron las marchas y las asambleas.

Ayer el secretario general de la entidad gremial había anunciado que reclamarían un blindaje social que contemple, además de la asignación universal por hijo, un seguro de empleo y formación para todos los trabajadores desocupados".

Entre las demandas se incluye también "la plena democracia sindical" y, en ese marco, la CTA continúa con su pedido de personería gremial para la organización.