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La niña fallecida el miércoles tenía un año y tres meses y era integrante de una comunidad wichi de Tartagal, donde sufrió un cuadro de deshidratación. El viernes, en tanto, otra niña aborigen de un año y diez meses, con antecedentes graves de desnutrición, falleció víctima de una septicemia generalizada. La chica había pasado un mes internada tras ser trasladada desde el norte de la provincia en un avión sanitario.

En declaraciones radiales, uno de los médicos que atendió a la segunda niña indicó que "la infección generalizada, la mala alimentación y malos hábitos higiénicos, entre otros factores de riesgo, influyeron para que no haya podido recuperarse".

En tanto, la primera niña, fallecida en el hospital Juan Domingo Perón, de Tartagal, había llegado en muy mal estado con un cuadro de diarrea y deshidratación. Previamente, había sido internada en el hospital de General Mosconi, donde habitaba la comunidad Pérez de la etnia wichi, tras ser detectada en un rastrillaje sanitario en diciembre.

El informe oficial asegura que la niña estuvo internada y fue dada de alta con parámetros normales. Posteriormente, el cuadro de deshidratación se agravó y los médicos decidieron trasladarla a Tartagal, pese a la resistencia de los padres para internarla nuevamente.

Enrique Urueña, director del hospital de Mosconi, explicó que "la nena llevaba varios días de diarrea y vomito y dentro de lo esperado porque es una cuestión social. No tienen agua potable y en los reservorios con el calor proliferan bacterias".

"Frecuentemente tenemos dificultades con los padres porque nos dicen que no tienen recursos y ellos quieren permanecer con todo el familiar junto al paciente y acá no tenemos esa posibilidad", añadió.

La coordinadora de Políticas de Inclusión, Susana Canela, señaló: "Todavía no hemos abarcado el 100 por ciento de todas las comunidades con la asistencia sanitaria y alimentaria", admitió Canela en alusión a la demora en completar la designación de cien nuevos agentes sanitarios para asistir a comunidades indígenas que prometió el gobernador Juan Manuel Urtubey, luego de que se registraran los primeros fallecimientos en el norte provincial.