Este acuerdo en nombre de todos los estadounidenses, es un presupuesto que invierte en nuestro futuro al tiempo que hace el recorte de gastos anual más grande de nuestra historia”, señaló Barack Obama. No obstante, reconoció que “algunos de los cortes que acordamos serán dolorosos”.

Haber alcanzado esta medida evitó que 800 mil empleados públicos “no esenciales” perdieran su trabajo de forma temporal y que varias agencias del gobierno tuvieran que afrontar dificultades, como trabajar a mínimos en casi todas sus instituciones y cerrar espacios públicos como museos y parques nacionales.

Por su parte, legisladores de los dos principales partidos alcanzaron un acuerdo básico un recorte de gastos por 39 mil millones de dólares hasta el final del año presupuestario a fines de septiembre, que aún debe pasar la semana próxima por el Parlamento.

En una declaración conjunta, el líder del senado, Harry Reid y el presidente de la cámara Baja, John Boehner, señalaron haber “acordado una cantidad histórica de recortes para el resto de este año fiscal, así como un puente de corto plazo que nos dará tiempo para evitar un cierre del gobierno mientras conseguimos ese acuerdo en ambas cámaras y con el Presidente”.

Este convenio de casi una semana, “recortará los primeros 2 mil millones de dólares” del total negociado, aclararon, el cual rondará los 38 mil millones. De hecho, el año presupuestario ya comenzó el 1 de octubre de 2010, pero sin que el presupuesto fuera aprobado debido a la disputa en torno a esos recortes.