"No hay cese de fuego, la guerra continúa, el plan africano no se acepta porque no incluye que Kaddafi y su familia se vayan del poder", anunció el líder rebelde en una conferencia de prensa ofrecida en el hotel Tibisti de Benghazi.

Antes del anuncio de los rebeldes, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, había considerado que "todo alto el fuego debe ser creíble y verificable", al tiempo que reclamó el "fin completo de la violencia" contra los civiles en Libia. La solución al conflicto libio debe además "responder a las legítimas demandas del pueblo libio sobre reformas políticas en el país", añadió.

Una delegación de la Unión Africana (UA), que intenta mediar en la crisis, anunció ayer en Trípoli que el líder libio Muammar Khadafi había aceptado una hoja de ruta para hallar una salida pacífica. La comitiva, integrada por cuatro presidentes africanos, llegó hoy a Benghazi, bastión de los rebeldes, para presentar el plan, que preveía especialmente el cese inmediato de las hostilidades.

La delegación encabezada por el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, fue recibida por una movilización de miles de personas para rechazar la posibilidad de un acuerdo y exigir la renuncia de Khadafi.

La propuesta de la UA, que ayer aceptó Khadafi, se basa en cuatro puntos: cese del fuego, un corredor humanitario, cambios políticos y sociales y la no intervención de las tropas de la OTAN en territorio libio.