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En la reunión del consejo, Lukashenko ordenó reforzar las medidas de seguridad y depositó flores en el lugar del hecho. Pavel Legkii, portavoz del presidente, aseguró que los heridos recibirán "toda la ayuda necesaria" del gobierno.

Al lugar del atentado llegaron funcionarios del servicio secreto bielorruso KGB y Lukashenko aceptó en una conversación telefónica con el presidente ruso Dmitri Medvedev una oferta de cooperación de investigadores rusos.

Por ahora se desconocen las causas de la explosión, que tuvo lugar en la estación de Oktyabrskaya. Algunos videos subidos a Internet tras las explosión mostraron a diversas víctimas heridas, en una de ellos, un hombre con cortes en su rostro describió la explosión: "Hubo un estallido, no especialmente fuerte. Vidrios... luego polvo. Y hubo mucha sangre".

Los comentarios en Twitter de las personas que dijeron haber estado allí en el momento de la explosión eran contradictorios. Algunos indicaron que la explosión ocurrió a bordo de un tren que pasaba por la estación, mientras que otros dijeron que el estallido ocurrió en el lugar.

En julio de 2008, un atentado hirió en Minsk a unas 50 personas y, entonces, la KGB detuvo a cuatro sospechosos como supuestos integrantes del grupo clandestino nacionalista Legión Blanca, pero el caso nunca fue aclarado.