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Collins fudamentó sus afirmaciones en un informe aún inédito del diario "The Sunday Times". Por su parte, Triesman, quien encabezó la candidatura de Londres como organizadora del Mundial 2018 en sus primeras etapas, acusó a otros dos miembros de la FIFA de pedir sobornos a cambio de respaldar la candidatura inglesa: al presidente de la CONCACAF, Jack Warner, de Trinidad y Tobago, y al tailandés Worawi Makudi.

Ante la Cámara de los Comunes, Triesman definió el comportamiento de los cuatro acusados como "por debajo de lo éticamente aceptable", y señaló que no realizó denuncias en aquel entonces porque estaba preocupado por el hecho de que pudieran entorpecer la aspiración inglesa, aunque adelantó que brindará las evidencias a la FIFA. "Creo que habría anulado nuestras opciones", justificó. "Mirando hacia atrás, no fue lo correcto y lo acepto", añadió.

Inglaterra solamente obtuvo dos de los 22 votos de la FIFA para convertirse en organizadora del Mundial 2018, que se celebrará en Rusia. Warner, vicepresidente de la FIFA, rechazó inmediatamente las acusaciones de Triesman, señalando que son "estupideces". "Nunca le pedí a Triesman ni a ninguna otra persona, inglés o de otra nacionalidad, ningún dinero por mi voto en ningún momento", se defendió. En tanto, Teixeira anunció que recurrirá a la Justicia contra Triesman. "El presidente de la CBF ya está tomando las medidas judiciales que correspondan, con un juicio contra el señor David Triesman por las absurdas declaraciones, que en realidad buscan esconder su fracaso en la conducción de la candidatura de Inglaterra", afirma el comunicado divulgado en la página oficial de la entidad.

Según la CBF, Teixeira recibió el pedido de voto para la candidatura inglesa en Río de Janeiro el 26 de abril de 2010, en un encuentro al cual no acudió Triesman. "En el encuentro, representando el comité de candidatura de Inglaterra 2018/2022, participaron el presidente internacional David Dein, el director ejecutivo Andy Anson y la directora internacional Lucía Sánchez, acompañados por el gerente de Relaciones Públicas de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), Joseph Oakeshott", dice el texto. Además, la CBF recuerda que, con ocasión de este encuentro, la CBF, así como las demás federaciones de fútbol de Sudamérica, ya habían definido su apoyo a la candidatura conjunta de España y Portugal.

El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, quien aspira a la reelección el 1 de junio, por su parte, reaccionó reclamando pruebas. Sin embargo, advirtió que no podía decir si los miembros del Comité Ejecutivo "son todos ángeles o demonios", y aseguró que él sólo puede hablar por sí mismo ya que no pertenece "a esa categoría".

Mientras tanto, la asociación de fútbol de Qatar rechazó tajantemente las acusaciones: "Permanecerán sin probarse, porque son falsas", aseguró una declaración difundida en Doha, y agregó "no tenemos nada para esconder y estamos interesados en respaldar todas las futuras investigaciones".

Entretanto, el ex dirigente malí de la FIFA, Amadou Diakite, recurrió a la Corte Arbitral del Deporte (CAS), reclamando se le levante la suspensión de dos años impuesta por la Federación Internacional a su país. La comisión de ética de la FIFA había acusado de corrupción al funcionario antes de la elección de los mundiales de 2018 y 2022 e inicialmente lo suspendió por tres años, aunque durante la apelación redujo la sanción a un año.