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“Estas compañías han cometido un delito”, declaró Echegaray al diario británico The Guardian, donde además detalló: "2008 fue cuando los precios de las materias primas agrícolas se dispararon y fue el mejor año para ellos en precios, y sin embargo pudimos ver que las empresas con las mayores ventas mostraban beneficios muy pequeños en este país".

Según se precisó, el organismo reclamará un reembolso de 476 millones de dólares de impuestos presuntamente no pagados a Bunge, que fue expulsada del Registro de Operadores de Granos del que estaba suspendido desde principios de año junto con las otras tres firmas. A Cargil se le demandarán 252 millones de dólares a Cargill y otros 140 millones a Dreyfus. Ninguna cifra se dio sobre ADM.

Echegaray explicó al diario británico que sus servicios comenzaron a investigar a estas grandes multinacionales a finales de 2008, cotejando la información que declararon con la que les facilitaron los países de destino de las exportaciones a través de acuerdos bilaterales de intercambio de información fiscal.

La triangulación, siempre según la AFIP, se habría hecho a Uruguay y Suiza, entre otros países de baja tributación para "evadir impuestos en Argentina". Fue por esto que el Gobierno había suspendido del Registro de Exportadores a Cargill, ADM y Dreyfus este año.

Bunge negó las acusaciones: “Creemos que no hemos hecho nada malo y que nuestros pagos impositivos están completos", dijo al diario británico. En tanto que para Cargill, "todas las acusaciones" son "falsas". La misma postura la tomó ADM, que aseguró realizar sus negocios “conforme a las leyes, incluso aquellas que regulan las obligaciones tributarias en los países en los que operamos”.