La nueva víctima, Richard Bowes, un británico de 68 años, fue encontrado gravemente herido el lunes a la noche en el barrio Ealing, al oeste de Londres, luego de ser atacado cuando intentó apagar un tacho de basura incendiado en un negocio cercano a su hogar, informó la policía de Londres.

El despliegue masivo de fuerzas policiales dispuesto el martes pasado por el premier David Cameron, quien ayer prometió en el Parlamento nuevas medidas antidisturbios para otorgar poderes suplementarios a la Policía y no descartó establecer el toque de queda o sacar a la calle al Ejército si estos hechos se repitieran en el futuro, parece haber surtido su efecto disuasorio por segunda noche, ya que no se produjeron enfrentamientos ni en Londres ni en Manchester, Birmingham, Liverpool y Bristol, algunas de las ciudades más golpeadas por la violencia.

Según el diario The Independent, los tribunales "parecerían" haber recibido "presión gubernamental para endurecer las penas" a los arrestados. Los detenidos y procesados hasta ahora son "mayoritariamente hombres jóvenes desempleados", según un estudio publicado The Guardian, que señaló que el 80 por ciento de los acusados tiene menos de 25 años y el otro 20 por ciento, entre 11 y 17 años. Entre los inculpados hay personas muy jóvenes y otras sin ningún tipo de antecedentes, consideradas "normales", como un niño de 11 años que reconoció haber robado un tacho de basura o una joven de 19, hija de un millonario, detenida con electrodomésticos y alcohol en su auto.

También fueron inculpados una joven de 18 años que había sido elegida como embajadora voluntaria para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una maestra y decenas de estudiantes de abogacía, periodismo y medicina, entre otras carreras. Las otras víctimas mortales de esta revuelta fueron tres hombres atropellados el miércoles por un auto en Birmingham cuando protegían su barrio de los saqueos y otro joven baleado en la cabeza el lunes en el barrio londinense de Croydon.