Durante una conferencia realizada en el Salón Sur, en la que la mandataria estuvo acompañada por la ministra de Seguridad, Nilda Garré, el titular de Planificación, Julio De Vido, el secretario de Seguridad, Sergio Berni y de Transporte, Alejandro Ramos, solicitó la confección de un cronograma de transferencia de seguridad en los subtes en conjunto con el gobierno porteño "para ir implementando paulatinamente, cada 15 o 20 días, y completar en tres meses".

La Presidenta resaltó que de esa manera se "resolverá el tema de la seguridad para que pasajeros y trabajadores se sientan protegidos y seguros" y recordó que el gobierno nacional ya aplazó dos veces el retiro de la Federal. "Implementar la seguridad de seis líneas de subte con los cuatro mil efectivos con los que cuenta la Policía Federal, en medio año, me parece un tiempo más que prudencial", ironizó.

La jefa de Estado sugirió que el cronograma podría empezar por la Línea E, H y el Premetro y explicó que el la propuesta de escalonar el retiro de la Federal surge de la presentación judicial realizada por el gobierno porteño, en la que se indicaba que precisaba de cuatro meses para que la Policía Metropolitana se haga cargo de la seguridad.

Además, señaló que el ministerio de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, manifestó en conversaciones mantenidas con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, que paulatinamente podrían ir cada quince días tomando a cargo distintas líneas de subte. "Hay mucha conferencia de prensa, pero hace falta un poco más de gestión. Si se hubiese tomado el traspaso cuando se firmó, faltaría poco más de un mes para que puedan aplicar el servicio de seguridad", criticó.

La jefa de Estado también destacó que todas las ciudades del país son responsables de los servicios de transporte que funcionan en cada jurisdicción, por lo que recordó que "son 202 kilómetros cuadrados los que tiene que gobernar (Macri) y no los de cualquier distrito sino los de mayor ingreso per cápita de la República Argentina, similar a los países desarrollados donde tiene todos los servicios básicos resueltos".

De todas maneras, la Presidenta anunció que "para dar una muestra más de buena voluntad" el gobierno nacional se hará cargo del 50 por ciento de los subsidios dirgidos a las 33 líneas de colectivos que circulan en el ámbito porteño -a partir del aumento del 18 por ciento acordado entre el gremio y las empresas automotoras, el subsidio alcanzará los 1180 millones de pesos- y adelantó que también le pedirán al gobierno porteño que "nos ayude a auditar en forma conjunta la aplicación del subsidio para el mejoramiento de los servicios".

Cristina aseguró que la Ciudad tendrá la potestad de subir la tarifa para cubrir el monto restante, pero pidió: "Hay que ser cuidadosos, muy gradual, con las políticas de trasnporte público porque allí se transporta la fuerza de trabajo del país. No pueden tomarse medidas generales porque no todos tiene los mismo recursos".

En su mensaje, la jefa de Estado volvió a defender la política de subsidios aplicada desde el 2003 en materia de servicios públicos, y a ratificar el acta acuerdo firmada con Macri en enero, a la que luego el gobierno porteño decidió rechazar. "La gran discusión era por el tema de los recursos, pero la palabra recursos en la Constitución no está referida a subsidios, se refiere a la transferencia de servicios. Los subsidios no son recursos, y esto ha quedado aclarado ayer por el Congreso nacional", apuntó la Presidenta.

La mandataria destacó también el hecho de que la Justicia haya desestimado las medidas cautelares presentadas sobre el tema, y dijo no creer en la "judicializacion de la política". Al referirse a la situación del transporte público, la mandataria consideró que si bien "muchas veces no se viaja del todo adecuadamente", la calidad de los servicios mejoró desde el 2003, y añadió: "No quiero decir que está todo perfecto, falta mucho por hacer, pero hemos hecho muchas cosas después de décadas de abandono".