"Ojalá estos delincuentes, que ya están condenados por la sociedad argentina, vayan a la cárcel y paguen por lo que hicieron, porque poco a poco, se les va terminando la impunidad que tenían", sentenció Trimarco al tiempo que auguró: Espero que la Justicia haga justicia".

Reconoció lo dolorosa que resulta la lucha por la verdad, pero resaltó: "no estoy sola" y aseguró que "ahora tengo miles de hijas del corazón y nadie me va a prohibir que yo las ayude porque para eso existe la Fundación María de los Ángeles". "Hay que seguir buscando hasta que se las encuentre porque no podemos permitir que hagan desaparecer a nuestras hijas y se las lleven", finalizó.

Para participar de la audiencia se habían acreditado la presidenta y la vice de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Rosa Tarlovsky, junto a Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. También Rosa Schonfeld, madre de Miguel Bru, el estudiante de Periodismo de La Plata desaparecido en 1993 tras ser detenido en una comisaría, y la dirigente de izquierda Vilma Ripoll. Más allá del reclamo de justicia, los manifestantes pedirán la concientización de la población en la lucha contra la trata de personas que se mantiene activa y afecta a mujeres jóvenes en todo el país.

La justicia de Tucumán lleva adelante desde hace un mes un juicio contra trece acusados por el secuestro, sometimiento a la prostitución y desaparición de Verón, quien fue raptada cuando tenía 23 años a una cuadra de su casa. Durante el juicio, la madre de la joven llamó "mafiosos" a varios de los acusados y les reclamó en la cara que dijeran "dónde está Marita" porque, indicó, quería conocer el paradero de su hija "ya sea viva o muerta".

Trimarco también reveló que autoridades del gobierno de Tucumán, por entonces al frente de Julio Miranda, no la habían ayudado a encontrar a su hija cuando hizo la primera denuncia. Mencionó que, incluso, la enviaron a pedir asistencia a una remisería propiedad de algunos de los imputados porque tenían "mejoras armas y más vehículos" que la policía provincial.

La búsqueda de Verón llevó a Trimarco a inmiscuirse en locales nocturnos de La Rioja, Tucumán, Buenos Aires y Santa Cruz, donde logró rescatar a varias jóvenes que como su hija habían sido privadas de su libertad y prostituidas. Por esas acciones, la madre de Marita recibió reconocimientos internacionales de gobiernos de Estados Unidos, España y Canadá, de varias legislaturas provinciales y del Senado de la Nación.