"Si la economía europea se tambalea, la recuperación económica estadounidense y los empleos norteamericanos estarán en peligro. Así que Estados Unidos se juega mucho en la manera en que Europa y el mundo se desempeñen", advirtió la funcionaria del organismo internacional de crédito, quien llamativamente alertó al gobierno de Barack Obama de no apresurar medidas de austeridad que "pueden frustrar el camino de recuperación". "Los países con bajo coste del crédito, como Estados Unidos, no deberían proceder demasiado rápido", aconsejó durante un discurso lleno de referencias a los vínculos históricos, económicos y comerciales entre Estados Unidos y Europa.

Asimismo, recordó que hay señales de estabilización en la Unión Europea, aunque consideró que la recuperación es aún "muy frágil", con niveles de deuda demasiado altos y desempleo, y sostuvo que es necesario un sector financiero más seguro que "ponga el interés social por delante de sus propias ganancias", algo que en su opinión se está alcanzando con regulaciones en el comercio de derivados o nuevos requerimientos bancarios.

Para la recuperación, añadió, el empleo debe ser una prioridad, especialmente entre los jóvenes, con el apoyo a políticas inclusivas, para que todo el mundo se beneficie del crecimiento. "En el mundo de hoy, no nos podemos permitir el lujo de estar en nuestro propio callejón mental", apuntó Lagarde en referencia a la necesidad de trabajar de manera conjunta en un mundo cada vez más complejo y con mayores intercambios comerciales o financieros.