Miércoles, 12 de diciembre de 2012 | Hoy
19:33 › EL SEGUNDO SECUESTRO DE MARITA VERÓN
Alberto Pidrabuena, titular de la Sala II de la Cámara en lo Penal tucumana que ayer absolvió a los 13 imputados por el caso de Marita Verón, dijo estar "con mucha tranquilidad" por haber dictado esa sentencia y aseguró haber actuado "con absoluta independencia". "Tuvimos que hacer justicia", definió el magistrado y le restó importancia al juicio político en su contra, que anunció la querella.
"Estamos tranquilos y tuvimos que hacer justicia. Yo estoy con mucha tranquilidad, porque hemos trabajado e hicimos lo que teníamos que hacer, conforme al Estado de Derecho pleno", manifestó Pidrabuena, que junto con los camaristas Emilio Andrés Herrera Molina y Eduardo Antonio Romero Lascano deberán enfrentar un proceso en su contra por parte de los abogados de Susana Trimarco.
"Si le asiste el derecho, los ciudadanos tienen sus posibilidades de reclamar, son las reglas de juego", dijo el magistrado respecto de esa posibilidad, y se apresuró a reconocer que, "de todas formas, esas decisiones (por el fallo de ayer) son revisables, modificables, así que seguirá el proceso como corresponde".
Asimismo, pidió que se analicen los "fundamentos" de la sentencia de anoche, aunque evitó adelantarlos. No obstante, aseveró que "el tribunal es como un espectador que luego va a calificar" y que "todo depende del aporte de las partes y se trata de no contaminarse con los intereses".
En este sentido, adujo que "no creo que se politice este caso" porque "los otros poderes están cada uno en su función y este es un caso jurídico en el cual la prueba que se produjo no llevó a la certidumbre y el principio de inocencia no ha sido superado".
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